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Netflix apuesta por la comedia

Escoja su veneno, o mejor aún, alterne entre los dos

Juan Carlos Ampié

16 de abril 2016

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Después de abrir el camino de la distribución de contenido por streaming, Netflix se ha convertido en víctima de su propio éxito. Los estudios y las productoras dueñas del contenido tratan de construir sus propias plataformas para llegar a los espectadores, cerrando el acceso a sus catálogos. Por eso, han escalado su estrategia de crear contenido original.

En este panorama, las estrellas reconocibles suponen una ventaja. Por eso, ahora nos llega “The Ranch”, una comedia de situaciones encabezada por Ashton Kutcher. Irónicamene, la serie supone una novedad para Netflix por su apropiación de un lenguaje anticuado. Asume el formato de la comedia de situaciones filmada con tres cámaras. Este reasabio de la era de oro de la televisión persevera en producciones de menor presupuesto, pero ha sido desplazada por la sensibilidad cinemática del programa filmado con una sola cámara.


Cada episodio es como una obra teatral, que los actores ensayan durante varios dias. En una sola jornada, graban en un estudio ante una audiencia en vivo. Sus risas se funden con la banda sonora. Es espacio físico del escenario y la presencia del público condiciona el tratamiento visual, haciéndolo menos dinámico. El nombre viene de la regla que supone que las tres cámaras graban al mismo tiempo una misma acción: una toma un plano abierto, la segunda al actor principal, la tercera al secundario y sus reacciones, mientras el editor corta entre cada una de las tres.

Tras una dieta de producciones de una sola cámara, el formato supuso un ajuste para mí, especialmente en aceptar las pausas que los actores deben hacer para que la risa de su público en vivo corra su curso. Sin embargo, hay algo acogedor en esta dinámica. Todos crecimos viendo series como esta. Pero si el formato viene de la TV antigua, el espíritu es pura internet. Bajo las risas grabadas, hay oscuridad. Colt Bennet (Kutcher) es un futbolista enfrentando el final prematuro de su carrera deportiva. El “chico dorado” regresa a casa con esperanzas de trabajar en el rancho de la familia, pero su padre, Beau (Sam Elliot) confronta el espectro de la bancarrota. Su madre, Maggie (Debra Winger), se ha separado de él y administra el bar del pueblo donde los desencantados ahogan sus penas en alcohol. Su hermano, Rooster (Masterson), refugia sus frustraciones en chascarrillos pasivo-agresivos.

Entre los sueños rotos florece un humor de cadalso. La desenfadada actitud ante el sexo no habría sido posible en TV abierta. La relativa libertad del “streaming” permite que Colt se acueste con una groupie en su cuarto de infancia, destruyendo de un sólo golpe el mito del macho conquistador. Y que Maggie disfrute de una saludable vida sexual pos divorcio con su ex esposo. Kutcher nunca recibe el crédito que merece por su ritmo natural para la comedia. Pero la principal atracción son los veteranos. Elliot es un viejo león de Hollywood. Winger es una de la mejores actrices de nuestro tiempo, que trágicamente ha perdido visibilidad desde la década del 90. Verlos juntos, en el contexto de una producción como esta, acarrea consigo el shock de la novedad.

Si quiere moverse al otro extremo de la comedia de situaciones, vea “The Unbreakable Kimmy Schmidt”, con el formato de filmación de una sola cámara. Ellie Kemper regresa al papel de la joven sobreviviente de años de confinamiento por un fanático religioso, recuperando su vida en un Nueva York contemporáneo de fantasía. “¡Eres una caricatura hecha persona!”, le dicen en el primer episodio de la segunda temporada. El insulto es, en realidad, un cumplido. Kemper es un rayo de sol hecho persona, infundiendo chispeante inocencia en la resiliencia. Como su compañero de apartamento, Titus (Titus Burguess), y la ex esposa trofeo de raíces indígenas Jacqueline (Jane Krakowski), Ellie es inquebrantable en su lucha por definirse a si misma entre los férrero parámetros que la sociedad le impone. Dulce y ácida en partes iguales, la serie dispensa chistes a quemarropa; por vía verbal, visual, o inspirada comedia física. Si “The Ranch” ofrece el confort de lo conocido, “Kimmy” te da la electricidad de vivir en el presente. Escoja su veneno, o mejor aún, alterne entre los dos.

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Clasificación

“The Unbreakable Kimmy Schmidt”
Temporada 2
Creada por Robert Carlock, Tina Fey
13 Episodios, 30 min. c/u aprox.
Clasificación: * * * * (Muy Buena)

“The Ranch”
Temporada 1
Creada por Jim Patterson, Don Reo
10 episodios, 30 min. c/u aprox.
Clasificación: * * (Recomendada con ciertas reservas)

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