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Estado mental newyorkino

La película recrea de manera extraordinaria la experiencia de estar en Nueva York, más allá del turismo postalero

Edward Norton en un fotograma de “25th Hour”.

Juan Carlos Ampié

13 de septiembre 2015

AA
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Han pasado 14 años desde los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York. A propósito de esta fecha, llamó mi atención la presencia en Netflix de “25th Hour”. El filme de Spike Lee es ampliamente considerado por la crítica nortemericana como la mejor película relacionada con el traumático evento. Recuerdo su afiche promocional instalado en nuestros cines por meses, pero el filme permaneció inédito en Nicaragua. 12 años después de su estreno oficial, es seguro asumir que nunca se exhibirá. Su disponibilidad en la plataforma digital es la mejor manera de descubrir este clásico contemporáneo. Y no hay mejor fecha que esta.

Monty Brogran (Edward Norton) es un vendedor de drogas conectado con la mafia rusa. Ha sido atrapado con las manos en la masa por la DEA, y debe entregarse en prisión para cumplir una condena de 7 años por narcotráfico. Lo acompañamos durante sus últimas 24 horas de libertad, mientras trata de hacer las paces con su vida y despedirse de amigos y familiares. Su amigo Frank (Barry Pepper), un abrasivo financiero en Wall Street, contempla los caminos que puede seguir: suicidarse, huir, o cumplir la condena. El guión de David Benioff, basado en su propia novela, genera suspenso sobre esa encrucijada, así como sobre la identidad de la persona que informó a las autoridades sobre sus actividades. Bien puede ser Naturelle (Rosario Dawson), su ansiosa novia puertorriqueña. Su padre (Brian Cox), bombero veterano y dueño de un bar, se culpa a sí mismo por las decisiones del hijo. Finalmente, Jacob (Phillip Seymour Hoffman), profesor de literatura en la preparatoria que expulsó a Monty por vender marihuana, trata de evadir las atenciones de una alumna (Anna Paquin) mientras asume la responsabilidad de heredar al perro de Monty. Todos coinciden en la triste fiesta que sus asociados criminales le organizan en un club nocturno.


El grueso de la película se concentra en las últimas 24 horas de libertad, con algunos flashbacks y secuencias especulativas filmadas en colores saturados y textura granulosa. Los personajes se encuentran consumidos por sus dramas individuales, pero el trauma del 9/11 lo impregna todo, formando parte del tejido de la vida misma. Los créditos iniciales aparecen con vistas nocturnas de la ciudad, con haces de luz azul ocupando el espacio de las torres. La foto de Bin Laden es visible en la portada de un periódico. El apartamento de Frank tiene vista al “sitio 0”, donde palas mecánicas trabajan al abrigo de la noche en la reconstrucción. La película retrata el momento en el que contra todo pronóstico, la vida continúa, aún a la sombra de una tragedia monumental. El predicamento personal de Monty permite al cineasta meditar sobre la naturaleza de la libertad, la responsabilidad personal, y el valor del entramado social que nos sostiene y protege, a veces incluso a pesar de nosotros mismo.

Lee escribe otra carta de amor a la ciudad. Tome nota de la integración racial y cultural del reparto, o la manera en que su cámara escoge lugares ordinarios para escenificar el drama. La película recrea de manera extraordinaria la experiencia de estar en Nueva York, más allá del turismo postalero. El realismo está temperado por la música elegíaca de Terrence Blanchard, que resuena virtualmente en todas las escenas. Esta decisión creativa le da aún más peso a su estudiada ausencia en momentos cruciales. Tome nota de como algunos breves actos de conexión física y emocional se repiten dos veces gracias a la edición: el cierre de la cajuela de un carro cuando Monty adopta a su perro, algún abrazo fugaz de alguien que lo quiere. Sin traicionar el carácter de su personaje con un exabrupto emocional, el director sugiere la energía nerviosa del momento, y la urgencia de aferrarse a su propia humanidad. “25th Hour” es una película hermosa, bellamente actuada y dirigida, con un balance perfecto de miel y hiel. Bien puede ser que Monty maldiga a Nueva York en una diatriba dirigida hacia su reflejo en el espejo del baño de un bar. Pero las imágenes no mienten. Ama a su ciudad, nunca más que en ese tiempo de profunda vulnerabilidad.

“25th Hour”
Dirección: Spike Lee
Duración: 2 horas, 15 minutos
Clasificación: * * * * (Muy Buena)
* Disponible en Netflix.com


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