25 de septiembre 2015
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En las páginas del diario ecuatoriano El Universo se continua publicando la caricatura de Xavier Bonilla “Bonil”. Al caricaturista y al diario no le importa que el gobierno de Rafael Correa husmee todo lo que huela a críticas, caricaturas o artículos de opinión. El toque de humor critico no falla en el periódico, aunque al presidente le moleste y los persiga mediante leyes y represalias.
De esto fue testigo el caricaturista de Confidencial, Pedro Xavier Molina, quien recientemente participó en Ecuador en varios eventos donde se discutió sobre periodismo, libertad de expresión y la situación regional de los medios de comunicación.
Molina compartió con varios colegas de la región, entre ellos, “Bonil”. El caricaturista nicaragüense dice que su homólogo ecuatoriano “es un ejemplo de cómo el gobierno puede torcer y retorcer las leyes para castigar lo que le molesta en su vanidad”.
La caricatura oficial al evento.
El gobierno de Correa ha implementado la denominada “Ley Mordaza” mediante la Superintendencia de Comunicaciones (Supercom) y la Secretaría de Comunicaciones (Secom). El resultado ha sido el castigo al periodismo crítico, a las caricaturas de “Bonil”, y multas de 100 mil dólares contra El Universo.
El más reciente acto de censura ocurrió el ocho de septiembre: Secom inició la disolución de la Fundación Andina para la Observación y Estudio de Medios (Fundamedios), una organización que monitorea las amenazas y agresiones a la libertad de prensa y expresión de Ecuador.
La excusa de la intervención de Secom fue “por divulgar y promover contenidos de los blogs de opinión independientes Estadodepropaganda.com y SentidoComunEcuador.com, de los periodistas Roberto Aguilar y José Hernández, respectivamente”.
Molina participó en el Foro de Quito por la Libertad de Expresión, donde el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, suscribió la Declaración de Chapultepec, con la presencia de los representantes de la SIP, la Asociación de Editores de Periódicos (AEDEP) y Fundamedios. Al sitio llegaron manifestantes del partido de Gobierno, pero no pasó a más.
“Muchas organizaciones a nivel internacional se han sumado a apoyarles ante esta embestida del gobierno “correista”, pues al estar todos los poderes bajo la misma sombrilla del partido de gobierno (¿a qué me recuerda eso?) a lo interno (Ecuador), es muy difícil lograr que se revierta esa decisión. Por el momento, Fundamedios se han acogido al derecho a la resistencia”, agrega.
“No es de ideologías, sino de derechos”
Una de las caricaturas de Pedro Molina presentadas en el evento /Confidencial.
“Bonil” también cuenta con el apoyo internacional. En el evento “Humor y tolerancia” estuvieron presentes siete caricaturistas de México, Argentina, Nicaragua, Estados Unidos, Alemania, Canadá, Brasil y Ecuador.
“No es cuestión de ideologías, sino de derechos. Todos tenemos el derecho a expresar lo que pensamos sin cortapisas, es en el momento de que a uno, usualmente en el poder, se le antoja que el otro ya no debe opinar así, que empiezan los problemas”, asegura el caricaturista nicaragüense.
La situación de Ecuador no es exclusiva de ese país. El mal se extiende por toda Latinoamérica, según Molina. En algún momento que compartía experiencias con otros colegas periodistas y caricaturistas, estas eran tan similares que al final ya era dífícil notar a qué país se referían.
“Aveces bromeábamos diciendo que ya ni sabíamos si del país que estábamos hablando era el propio o el de otro asistente. Como muestra un botón: Al pueblo ecuatoriano también les vendieron ese "Puente de Brooklyn" llamado "Mega-Refinería", en la que se puso la primera piedra, se gastaron millones en movimientos de tierra y… Ahora quién sabe qué irán a hacer con eso ¿Les suena familiar esa historia?”, preguntó el periodista
Control de medios
Xavier Bonilla “Bonil” dibujando su caricatura diaria en mayo pasado, cuando participó en el World Press Freedom Day en Riga, Letonia. Wilfredo Miranda/Confidencial
Molina dice que la situación del periodismo latinoamericano es difícil. Los retos a superar son el pretendido control de medios por el poder político, la transición del periódico de papel a la web, con todo el stress económico y cultural que conlleva y “la imposición de la estúpida cultura de lo "políticamente correcto" que no hace más que querer tapar con excusas y eufemismos crudas realidades”, según el caricaturista.
El caricaturista cuenta que en algunos países la estrategia ha sido estrangular económicamente a los medios, para forzarlos a vender (se) al grupo en el poder, ya sea, negándoles publicidad gubernamental, o "invitando" a los empresarios para que dejen de anunciarse.
Otra estrategia ha sido usar el aparato de gobierno para repartir el pastel televisivo y de comunicaciones a "socios" que no les den problemas, sean estos incluso extranjeros. En otros está el uso de medios de comunicación confiscados para ponerlos al servicio directo del gobierno, según Molina.
Las similitudes entre Ecuador y Nicaragua son las mismas: acallar toda crítica, venga de donde venga, descalificarla con la gastada muletilla de la "derecha" e imponer el monólogo oficial como la única de las verdades. “Las estrategias varían, ya sea con leyes atroces, comprando medios, intimidando periodistas. Pero al final el propósito es el mismo”, lamenta.
Molina considera que si el problema es regional, la respuesta debería ser regional, es decir, si los poderosos pueden ponerse de acuerdo para agredir los derechos del resto, el resto también puede ponerse de acuerdo para impedirlo.
“Es ingenuo pensar de que si ahorita van tras los periodistas o los caricaturistas por lo que dicen en los medios, no irán después por el ciudadano o ciudadana que puso algo en Facebook o Twitter que alguno de los de "arriba" consideró una ofensa o una amenaza”, advierte.
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