6 de enero 2016
AA
La nueva transición política en Venezuela liderada por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) deja muchas lecciones para Nicaragua, aseguró el excandidato presidencial y analista político, Edmundo Jarquín. “Es un gran lección porque expone la volatibilidad de las fidelidades clientelares, pero también la fortaleza de la oposición que desafió al chavismo en las calles”, dijo Jarquín en entrevista con el programa Esta Noche.
Este 5 de enero, 109 de los diputados opositores electos en las pasadas elecciones tomaron posesión de sus escaños, promoviendo una agenda que mantiene como temas prioritarios la amnistía para los presos políticos y una revisión de la política económica, a propósito de la crisis que azota al país y la baja de los precios del petróleo.
Sin embargo, para el analista Jarquín, a pesar de las confrontaciones entre la oposición y el chavismo, la Asamblea servirá como punto de unión para que ambos bandos busquen soluciones conciliadas a los problemas de Venezuela.
“Ante los bajos precios del petróleo no van a poder seguir financiando ni a Nicaragua ni a otros países bajo las mismas condiciones. Van a estar obligados a buscar soluciones graduales no radicales”, manifestó.
La cooperación venezolana en Nicaragua fue de 193,3 millones de dólares en el primer semestre del 2015 según datos del Banco Central (BCN). Se maneja de manera discrecional por el gobierno a través de la entidad privada Albanisa.
Una nueva escuela política
El primer día del nuevo Parlamento venezolano se dio sin mucha violencia, un logro realizado en mayor medida gracias al papel que jugó la Guardia Nacional Bolivariana (GBN), a pesar que tanto el régimen liderado por Nicolás Maduro, como los movimientos opositores sacaron gente a las calles.
“Esto es un punto de inflexión para continuar un proceso de conciliación. Las fuerzas armadas han jugado un papel de árbitro que van a seguir desempeñando. En Venezuela se está viendo un escenario que se aleja de la violencia”, dijo Jarquín.
En la toma de posesión, el nuevo presidente de la Asamblea, el opositor Henry Ramos Allup, expresó que dentro del poder legislativo se respetarán las opiniones del oficialismo y que, aunque adelantaron que en un plazo de 6 meses impulsarán reforma para sacar a Maduro del poder, no se trata de ser revanchista y perseguir a los del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Para Jarquín, este nueva postura se trata de una nueva escuela política, muy distinta de la posición confrontativa del chavismo. En el acto inicial de este martes, los diputados oficialistas abandonaron el hemiciclo en protesta.
Nicaragua en 2016
La victoria masiva de la oposición en Venezuela no se traducirá en un efecto dominó directo en lo que ocurra en Nicaragua en este 2016. Sin embargo, el analista Jarquín sostiene que si bien las condiciones en el país bolivariano fueron distintas, porque existe mayor confianza en que se cuenten los votos y por que hay mayor unión entre los grupos de oposición, él no descarta que el escenario nicaragüense de movilización social crezca al igual que en su momento sucedió en Venezuela.
“Ortega sabe que las fuerzas armadas no lo van a acompañar a pesar de sus esfuerzos de re partidirizarlas. La movilización social masiva no está en la actualidad, pero es un escenario inevitable”, plantea el analista.
Para el excandidato a la presidencia por el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), una enseñanza de lo sucedido en Venezuela es también que se debe hacer presión a nivel externo, pero no olvidar que se debe comenzar por un trabajo interno del país. “El factor externo no actúa por si solo, de no haber habido una situación de conmoción política y social interna en Venezuela, no estaría en el radar", expresó Jarquín.
"Esa es otra gran lección para Nicaragua. Tenemos que poner a Nicaragua en el radar de la opinión pública internacional no esperar a que la opinión pública internacional venga a activar la situación interna, si no que la situación interna convoque la atención internacional", agregó.
