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“La transparencia electoral es importante para EE.UU.”

“Apoyamos la idea de que los nicaragüenses merecen elecciones transparentes”, dice la embajadora Powers

La embajadora de Estados Unidos Phyllis M. Powers. Carlos Herrera | Confidencial.

21 de septiembre 2015

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La embajadora de Estados Unidos en Managua habla en esta entrevista de los principales logros de su gestión al frente de la sede diplomática y su trabajo con el gobierno del presidente Daniel Ortega, con quien no ha mantenido contacto directo. El contacto diplomático se ha realizado a través de ministros, aunque Powers asegura que la relación entre ambos gobiernos “funciona” y prueba de ello, dice, es el trabajo desarrollado contra el narcotráfico y el crimen organizado. Washington, sin embargo, mantiene sus preocupaciones sobre algunos temas, como la transparencia fiscal y elecciones justas. “Los informes de observación electoral de la OEA y la Unión Europea, con sus recomendaciones, fueron muy importantes para nosotros, y es una lástima que nada pasó con estas recomendaciones. Hoy en día siguen preguntas de la ciudadanía nicaragüense sobre la transparencia y apoyamos la idea de que los nicaragüenses merecen elecciones transparentes”, explica la diplomática.

Usted llegó a Nicaragua en 2012 y aún recordamos una de sus primeras declaraciones en una conferencia de Amcham, cuando dijo: “las graves irregularidades del proceso electoral del año pasado -se refería al 2011- hacen que la decisión para el otorgamiento de las dispensas sean muy difícil”. ¿Qué pasó desde entonces, a partir de esa advertencia?


En el mes de junio de ese año el Secretario de Estado tomó la decisión de no otorgar una dispensa para la transparencia fiscal. Más de tres millones de dólares que estaban para la Policía se perdieron. Sobre la otra dispensa, ya hemos terminado con eso, ¡gracia a dios! Con mucho trabajo de todos los (partidos), incluyendo los reclamantes.

¿Qué pasó con el de la transparencia? Se suspendió en ese momento, luego se reestableció. ¿Qué valoración tiene Estados Unidos sobre ese tema que sigue siendo objeto de debate en Nicaragua? Me refiero a la anómala privatización de la cooperación estatal venezolana que ha derivado en un presupuesto privado paralelo.

No, no hemos reinstaurado la dispensa de transparencia fiscal, en 2013 también no otorgamos, y en 2014 la ley sobre eso tenía un cambio, y el cambio significaba que no necesitamos hacer una dispensa, de cualquier país. Lo que estamos haciendo cada año en cada país donde hay asistencia de los Estados Unidos es un informe sobre la transparencia fiscal, y eso es lo que hicimos en 2014, y creo que está en trámite ahora para 2015, posiblemente ya esté hecho, pero es un informe para el Congreso sobre lo que está pasando en este asunto de transparencia fiscal en cada país.

¿Y cuál es el diagnóstico que plantean en ese informe?

Que todavía hay falta de transparencia fiscal en Nicaragua, y este es un informe que mandamos al gobierno y que publicamos para el Congreso.

¿Qué significa el cierre del waiver de la propiedad? Algunos lo han interpretado como una señal de una relación que funciona entre ambos países y casi como un espaldarazo a la política del gobierno del presidente Ortega.

La Excepción 527, es la excepción sobre la propiedad, expropiación y qué se necesita hacer si hay propiedad expropiada sin recompensa justa. Cada año, por más de 20 años, mi gobierno ha otorgado una dispensa de esta excepción porque determinaron que es en nuestro interés, interés de los Estados Unidos. ¿Por qué? Porque todo estos estadounidenses que tienen reclamos merecen un (resultado) de sus casos. Con la dispensa pudimos trabajar con el gobierno y con los reclamantes para resolver estos casos.

Muchos embajadores con diferentes administraciones del gobierno nicaragüense han trabajado en este asunto. Lo que hemos hecho en estos últimos tres años es enfocarnos en los últimos casos, muy difíciles, con los reclamantes y con el gobierno nicaragüense para resolverlos. Esto es parte de la ley. Si la ley dice eso, necesitamos seguir con lo que la ley dice, y resolvemos casos, y terminamos con la necesidad de una dispensa. Eso es bueno para el país y bueno para las relaciones bilaterales, porque podemos enfocarnos en otros asuntos, y ojalá tener progresos en esos asuntos también.

Pero la premisa de su declaración inicial se refería a las irregularidades electorales del año 2011, antes en 2009, Estados Unidos había suspendido el último tramo de la cooperación Cuenta Reto del Milenio por el fraude electoral del 2008. ¿El tema de la transparencia electoral qué lugar ocupa en las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Nicaragua?

La transparencia en elecciones de cualquier país tiene importancia para los Estados Unidos. Creemos que cada país, cada ciudadano, tiene derecho de elecciones transparentes, justas, y donde pueden votar y su voto va a contar y tener significado. En 2012, meses después de las elecciones de 2011, fue bien importante en ese momento, y todavía es, porque para nosotros los informes de la OEA y la Unión Europea con sus recomendaciones fueron muy importantes, y es una lástima que nada pasó con estas recomendaciones. Hoy en día siguen preguntas de la ciudadanía nicaragüense sobre la transparencia para las elecciones en el futuro, y apoyamos la idea de que merecen elecciones transparentes para todos.

¿Tiene Estados Unidos, ante las elecciones del 2016, alguna iniciativa a través de la OEA sobre esas recomendaciones que usted dice no fueron atendidas por el Consejo Supremo Electoral?

Es posible, pero no tengo información sobre eso en este momento. No sé, ojalá.

Hace unos meses tuve la oportunidad, en una conferencia en Washington, de preguntarle a la ex subsecretaria de Estado para América latina, Roberta Jacobson, sobre las relaciones, sobre Nicaragua, y ella dijo: tenemos un dilema con el gobierno del presidente Ortega, porque en temas de seguridad ciudadana Nicaragua está mucho mejor que sus vecinos y hay cooperación, pero de acuerdo a los estándares democráticos es un gobierno autoritario y por lo tanto es difícil colaborar en otros campos. ¿Cómo afectó a usted en su gestión diplomática, o cómo resuelve ese dilema como Embajadora?

En asuntos donde podemos colaborar y hay voluntad de parte del gobierno nicaragüense para colaborar, hemos colaborado, y hemos tenido éxito en estos asuntos como el narcotráfico y crimen organizado.

En los asuntos en donde no hay acuerdo, seguimos discutiendo ciertos temas, incluyendo la democracia, seguimos en desacuerdo, pero desde mi punto de vista, en conversaciones con el gobierno tratamos de hacerlo respetuosamente. Obviamente, si no puede discutir, planear programas con desacuerdo, es difícil.

Pero hemos tratado y hemos logrado hacer muchas cosas aquí para el beneficio del pueblo. Hemos invertido más de 41 millón de dólares a través de nuestro departamento de agricultura, por ejemplo, para mejorar la capacidad de pequeños productores en el norte y en la Costa Caribe; hemos invertido más de 43 millones de dólares en programas de democracia y gobernabilidad, otra vez, muchos en la Costa Caribe, a nivel municipal, pero también con jóvenes en un diplomado de liderazgo y gerencia política.

¿Pero esa colaboración a la acción que usted se está refiriendo, tiene que ver directamente con contacto con sociedad civil, con gremios, o pasa por el gobierno?

Con gremios, con sociedad civil, con el conocimiento del gobierno. El gobierno sabe exactamente lo que estamos haciendo por qué hacemos el mismo informe que todos los donantes hacen cada seis meses para el Banco Central. Todo es transparente.

Usted dijo en una entrevista a Confidencial que nunca tuvo la oportunidad de tener un encuentro a fondo con el presidente Ortega. Es decir en estos tres años, ¿no tuvo contacto directo con el presidente?

Eso es correcto, no he tenido contacto directo. Sin embargo, cuando necesito hablar con uno de los ministros, ellos me llaman cuando necesitan hablar conmigo, y si hay algo que necesitamos mandar a la Presidencia, lo hacemos a través de los ministerios.

¿Pero eso refleja una suerte de diplomacia de baja intensidad o de unas relaciones relativamente frías o distantes?

Es diferente acá que en otros países donde he estado, pero funciona, y eso es lo importante; estamos funcionando, estamos trabajando, y hemos tenido logros muy buenos para el pueblo nicaragüense.

En el tema de la lucha antidrogas, ¿Nicaragua es un socio, un aliado de Estados Unidos a través de la policía y el ejército?

Digo que sí, porque ellos sí están trabajando, están trabajando en conjunto con nosotros y otros aliados en la región sobre este asunto.

¿La presencia de Rusia en Nicaragua y en Centroamérica, iniciativas para la formación de policías en la lucha antidrogas, plantea una competencia con Estados Unidos en esta relación o es una cooperación?

No es competencia, es otro aliado en la lucha contra las drogas mundial, y vale la pena aprovechar de toda la cooperación que un país puede tener para mejorar su capacidad en esa lucha.

El clima de negocios para los inversionistas y las empresas internacionales, y norteamericanas, que seguramente quieren conocer la visión de la embajada, o le cuentan a la embajada, ¿Cómo funciona en Nicaragua? ¿Cuáles son los pro y los contras?

Bueno, para las grandes empresas de los Estados Unidos es muy pro para invertir en Nicaragua, porque ellos tienen equipo y la infraestructura para hacerlo sin problemas. Cuando hablo de las medianas y pequeñas empresas, que son más de 50% o 70% de las empresas norteamericanas, es un poco diferente, porque ellos no tienen ni la infraestructura, ni el equipo para hacerlo solos, y por eso estamos en estrecho contacto con el Departamento de Comercio de los Estados Unidos y trabajamos con Pro Nicaragua y las cámaras de comercio aquí, los de Cosep y también de Amcham, para asegurar que los que quieren venir e invertir tienen los consejos necesarios para hacerlo, en la manera correcta y con seguridad.

Y si le tocara calificar o evaluar las reglas del juego, la seguridad, la seguridad jurídica en el país, ¿cuál es el diagnóstico que tiene como Embajadora?

Eso es difícil. Hay problemas en algunos trámites que vienen con el comercio, especialmente, como usted sabe, con aduana. Hay siempre preguntas, pero también hay preocupación sobre seguridad jurídica también.

Mientras usted ha estado en funciones acá en Nicaragua se anunció y se otorgó la ley para el desarrollo del proyecto del canal interoceánico. Todavía estamos a la espera de conocer con mayor claridad la evolución de este proyecto, ¿Cómo lo ve como Embajadora?

Estoy todavía esperando la publicación del estudio de riesgo de medioambiente. También sé que los inversionistas están esperando el estudio de factibilidad, y quién va a diseñar, qué oportunidades hay. Entonces hay preguntas todavía para inversionistas serios de los Estados Unidos, porque en este momento nadie está llamádonos, pero hay interés. Es obvio porque es un gran proyecto, pero hasta que hayan estos estudios.

Algunos analistas consideran que para que este proyecto sea viable, más allá de los estudios y el capital, tendría que tener el respaldo y la participación directa de la República Popular China. Ahora se presenta como un proyecto privado pero se dice: “bueno, si China está detrás, quizás esto podría realizarse”. ¿En caso de ser eso cierto, requeriría alguna suerte de conversación, entendimiento, negociación entre China y Estados Unidos?

Realmente no sé, porque eso está fuera de mi área de expertise, pero para mí lo que se necesita, más que financiamiento o inversión de China, es mano de obra. ¿Y dónde va a conseguir esta mano de obra? Ojalá sea mano de obra nicaragüense, pero eso requiere más educación y más entrenamiento de los nicaragüenses para aprovechar esos puestos.

Entre los contactos que se llevan a cabo entre China y Estados Unidos, ¿alguna vez se ha hablado de este tema, ya sea a nivel de las embajadas o de los presidentes?

En este momento no hay preocupación sobre una inversión de China en la región. La competencia es buena, creemos en la competencia, porque eso es lo que afila las puntas para hacer más competitivos a nuestros propios inversionistas.

La funcionaria que la sustituirá a usted en el país, ¿implica una política de continuidad del gobierno de Estados Unidos en Nicaragua o tendrá alguna instrucción diferente en relación al momento que vive Nicaragua?

Creo que las instrucciones van a seguir como son. Cada uno de nosotros somos muy diferentes y tenemos nuestro estilo. Entonces va a ser una sorpresa para todos.


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Carlos F. Chamorro

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Fundador y director de Confidencial y Esta Semana. Miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo. Ha sido Knight Fellow en la Universidad de Stanford (1997-1998) y profesor visitante en la Maestría de Periodismo de la Universidad de Berkeley, California (1998-1999). En mayo 2009, obtuvo el Premio a la Libertad de Expresión en Iberoamérica, de Casa América Cataluña (España). En octubre de 2010 recibió el Premio Maria Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York. En 2021 obtuvo el Premio Ortega y Gasset por su trayectoria periodística.

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