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“La población se ha unido a favor de los presos políticos y pide su liberación”

“El voto duro, el verdadero seguidor sandinista, puede andar alrededor del 10% de la población”, afirma Luis Haug, director de CID Gallup

Luis Haug: el 70% rechaza las acciones del Gobierno para enfrentar la covid-19

20 de diciembre 2021

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Más del 70% de los nicaragüenses consideran que los juicios políticos contra los más de 160 reos de conciencia que se encuentran en las cárceles de Daniel Ortega deben ser anulados y los detenidos deben ser liberados, según la encuesta más reciente realizada por CID Gallup.

“Hay un consenso de que los presos políticos deben ser liberados”, explicó el encuestador y consultor político Luis Haug, director de CID Gallup, en una entrevista para Esta Semana y CONFIDENCIAL.


En la encuesta, auspiciada por CONFIDENCIAL, CID Gallup consultó entre el 5 y el 13 de diciembre a 1000 ciudadanos nicaragüenses a través de teléfonos celulares, a nivel nacional, y los resultados tienen un margen de error de +/- 3.1 puntos, y un nivel de confianza de 95%.

Una de las preguntas en Nicaragua hoy. El 50% de la gente dice que tiene miedo; el 16% dice que se siente amenazado por el Gobierno y la Policía; y solo un 20% se siente libre. ¿Qué nivel de confianza tienen los ciudadanos para responder las preguntas de la encuesta de CID Gallup?

Parte de las acciones que tomamos para poder dar confianza a la gente, fue que llamamos desde nuestro call center de Costa Rica y de Panamá, con números de teléfono que ellos vieran que eran desde el extranjero, y de tal manera que sintieran más confianza que no se les estaba llamando de un aliado del Frente Sandinista, para expresarnos sus verdaderos sentimientos.

¿Cómo llegaron a esas 1000 personas distribuidas en todo el país? Es decir, hubo personas que rechazaron la llamada. ¿Cuál es el nivel de aceptación o rechazo que tiene esta encuesta?

El nivel de aceptación es aproximadamente un 10% de todas las llamadas efectivas que nosotros hacemos, es similar a otros estudios, y al mismo tiempo, similar a los estudios que nosotros hacemos cuando tocamos las casas y vamos cara a cara con las entrevistas, no todas las puertas que nos abren aceptan la entrevista.

Es decir, para llegar a estas 1000 personas…

Tuvimos que hablar con más de 8000 personas.

¿Qué ocurrió en la votación el 7 de noviembre? En esta encuesta 58% dice que votó, y 42% dice que no votó. Entre los que votaron, el 27% dice que votó por el Frente Sandinista; los cinco partidos colaboracionistas suman 38%; pero hay otro porcentaje que suma 35%, un 20% entre el voto nulo y el voto blanco, y el 15% que no responden. Estos datos tienen un contraste muy grande con los resultados oficiales que le dan al Frente Sandinista 75.8% de votación. ¿Cómo se explica la discrepancia entre esta encuesta y los resultados oficiales?

Esta encuesta viene a reflejar la desconfianza que los ciudadanos tienen en los resultados, en las instituciones que se encargaron de llevar a cabo el conteo y toda la organización de las elecciones, y esa desconfianza se ve reflejada en la discrepancia que estamos conversando. Una gran parte de la población, nos indica, votaron por otras fuerzas políticas, que no lo vemos reflejado en los resultados oficiales, pero sí lo vemos indicado en la desconfianza y en el temor que hoy los nicaragüenses sienten hacia estas instituciones.

En comparación con otras elecciones, ¿cómo se compara este voto para el Frente Sandinista? Aquí registra 27% de los que votaron, y entre los que votaron hay un porcentaje alto que votaron nulo y que votaron en blanco. Por el otro lado, la encuesta dice que la simpatía partidaria del Frente Sandinista es del 14%. Este ¿es su voto duro?

Hay, definitivamente, un descontento muy fuerte con el partido oficial, con Daniel Ortega, lo vemos en las distintas preguntas que se evalúan, como es el camino por el que avanza el país, la situación económica, la percepción de las distintas instituciones; y hoy, el voto duro del Frente Sandinista ha sido reducido a menos de uno de cada cinco personas, a diferencia de otros tiempos en que incluso llegó a estar hasta en el 50%.

Según estas proyecciones, podría ser incluso menor que el 20%.

De hecho, cuando cruzamos aquellas personas que son simpatizantes del partido oficial y que opinan de una manera favorable de Daniel Ortega o de Rosario Murillo, observaciones que ya, incluso, el voto duro fuerte, el verdadero seguidor sandinista, puede andar alrededor del 10% de la población.

El 66% considera que estas elecciones no son legítimas, y el 68 % dice que los resultados de las elecciones no son creíbles. El porcentaje de los que dicen que sí son legítimas aumenta al 28%.

Bueno, esas dos, de cada tres personas, que muestran desconfianza de los resultados, muestran al mismo tiempo, cuando analizamos su sentir, desconfianza con la actitud del Gobierno hacia los presos políticos, hacia las distintas expresiones de Daniel Ortega en contra de los Estados Unidos, en contra de los presos políticos, y en contra de personas que han expresado su inconformidad con la manera con la que se ha estado manejando.

La visión de futuro de los nicaragüenses se resume en una pregunta que dice, ¿qué tan de acuerdo está usted con la frase,  “la toma de posesión de Daniel Ortega, que se efectuará el próximo 10 de enero, traerá un cambio positivo para el país?”. 70% dice que no está de acuerdo con esa afirmación, 24% sí está de acuerdo.

Esta inconformidad que se ve a nivel general está muy relacionada justamente en esa frase, en realidad, el cambio positivo que normalmente genera en los otros países una elección, aquí no se está viendo, y el pesimismo más bien se incrementa con respecto a meses anteriores.

 

Mencionaste antes las opiniones de los encuestados sobre el rumbo del país, el 68% dice que el país va por el rumbo equivocado. Sin embargo, en octubre ese porcentaje era incluso mayor, aunque los que dicen que va por el camino correcto son los mismos, 22% y 23%. Y a la hora de preguntar sobre los principales problemas de las familias, lo que predomina es la situación económica, y en segundo lugar, la situación política.

Definitivamente, la situación política está creando inestabilidad a lo interno de los hogares, preocupación con respecto a sus posibilidades de conseguir empleo, a sus posibilidades de poder tener un incremento en el ingreso de sus salarios para hacer frente al costo de la vida. Y eso es lo que está preocupando a los ciudadanos, lo que hoy está desvelando es, ¿cómo, como mañana?

El porcentaje de personas que consideran que las detenciones de los presos políticos son injustas, aumenta del 68% en octubre al 73% ahora; y, por otro lado, también aumenta el porcentaje de personas que dicen que los presos políticos deben ser liberados y sus juicios anulados.

Hay un consenso con respecto a la posición que debe tomar el Gobierno con respecto a los presos políticos, los ciudadanos no consideran (que) deben estar arrestados, ellos deben ser liberados, ellos deben ser exculpados de los distintos juicios que les han presentado, y permitirles seguir en libertad, e incluso seguir en Nicaragua y no tener que salir del país.

La otra pregunta se deriva de esa frase del discurso de odio que lanzó Daniel Ortega el 8 de noviembre, el día después de su reelección sin competencia política, cuando llamó a los presos políticos “hijos de perra del imperialismo”. La encuesta pregunta, ¿está usted de acuerdo con esa frase de Ortega? 81% dice que no, solamente 12% está de acuerdo; y posteriormente se pregunta si los presos deben ser liberados o desterrados como ha dicho Ortega. Liberados, dice el 70%, y solo 16% está de acuerdo con la opinión de Ortega, que Estados Unidos debe llevárselos porque no son nicaragüenses.

Definitivamente, la población se ha unido en favor de los presos políticos, es una gran mayoría que pide su liberación, considera injusto su arresto, y por lo tanto también esta actitud se ve a nivel general reflejada en contra del pesimismo con el que se califica a la Administración actual.

En esa respuesta, también está ese voto duro por Daniel Ortega, que es 12% los que dicen que están de acuerdo con él, 16% los que dicen que Estados Unidos debe llevárselos, ni siquiera es el 27% de los que dicen que votaron por él, o el 31% que dicen que tiene una opinión favorable por él.

Eso es lo que vemos a nivel general. Hay alrededor de un 10% de voto muy duro, ellos van a apoyar a Daniel Ortega, no importa lo que diga o lo que haga; y hay aproximadamente un 10-15% más en el que está de acuerdo a oír al presidente y lo va a tomar en consideración y, probablemente, opinar a favor de él. No obstante, lo anterior, al hacer esta suma, encontramos que dos de cada tres nicaragüenses buscarían un cambio, consideran que el rumbo del país es negativo y, por lo tanto, ven con pesimismo los próximos meses.

La otra pregunta es sobre la opinión de la población sobre los precandidatos de la oposición, que no pudieron participar en la elección porque están presos: todos tienen porcentajes de opinión favorables, superiores del 50%, algunos incluso superior del 60%; y por el otro lado, Ortega y Murillo, y algunos posibles sucesores, como Fidel Moreno o Gustavo Porras, tienen niveles de opinión favorable del 25%al 30%, y Ortega y Murillo tienen los niveles de opinión desfavorable más altos del 57%.

Vemos nuevamente cómo la población mira con buenos ojos a todos estos presos políticos, y a donde está Cristiana Chamorro, Juan Sebastián Chamorro, con altos niveles de popularidad, y por lo tanto, también con el respaldo de estos nicaragüenses que consideran sus distintos juicios en forma negativa.

La pregunta sobre migración, que se ha hecho repetidamente en algunas encuestas, si la población tuviera la posibilidad de migrar, lo haría el 65%.

La situación actual, económica y política en Nicaragua está haciendo cada día más difícil vivir y, por lo tanto, vemos, dos de cada tres personas, si tuvieran la oportunidad, migrarían de Nicaragua, y la razón principal es, más que todo, económica, el no tener con qué comer.

¿A quién le creen los nicaragüenses? Según esta encuesta las instituciones que gozan de mayor credibilidad son los jóvenes y estudiantes universitarios, 51%; la Iglesia católica y medios de comunicación independientes, 47%; la oposición, en un sentido general, 42%, y las entidades gubernamentales tienen un nivel de confianza entre el 20%, y 25% el partido Frente Sandinista.

Aquí es donde analizamos la posición de Daniel Ortega, con respecto a la confianza que tiene la gente en su actuar, y vemos el por qué, esta incredulidad se está reflejando en pesimismo hacia el futuro. O sea, no hay confianza en el que el Gobierno, y sus líderes, pueden actuar con miras al bienestar del pueblo.

¿Cómo se resume el futuro, de acuerdo con lo que dicen los encuestados? Hay una pregunta que dice, ¿se puede generar un cambio en Nicaragua? Las opiniones están divididas.

Hay todavía esperanza, pero va a ser muy difícil poder implementarla, mientras la desconfianza en las instituciones, encargadas de una democracia, no tengan credibilidad.


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Carlos F. Chamorro

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Fundador y director de Confidencial y Esta Semana. Miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo. Ha sido Knight Fellow en la Universidad de Stanford (1997-1998) y profesor visitante en la Maestría de Periodismo de la Universidad de Berkeley, California (1998-1999). En mayo 2009, obtuvo el Premio a la Libertad de Expresión en Iberoamérica, de Casa América Cataluña (España). En octubre de 2010 recibió el Premio Maria Moors Cabot de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia en Nueva York. En 2021 obtuvo el Premio Ortega y Gasset por su trayectoria periodística.

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