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La oposición enfrenta un “Golpe de Estado”

La oposición venezolana debe presionar en las calles e internacionalmente para cambiar los términos de la negociación con Maduro

EFE/CRISTIAN HERNÁNDEZ

Colaboración Confidencial

Yamlek Mojica

2 de abril 2017

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El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela revocó las competencias del Parlamento, controlado por los opositores al chavismo, debido un supuesto desacato por parte de este poder. Esta acción ejecutada el jueves pasado fue denominada por la Asamblea Nacional como un “Golpe de Estado”, y provocó una condena generalizada entre la mayoría de las naciones integrantes de la OEA, y los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay, y Uruguay.

48 horas después, el presidente Nicolás Maduro orientó al Tribunal de Justicia “revisar” el decreto, tras haber advertido la fiscal Luisa Ortega que la medida entraba en contradicción con la Constitución de Venezuela.


Daniel Zovatto, politólogo y director para América Latina del Instituto para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), asevera que la oposición venezolana no está para mediar con el chavismo en “los mismos términos de siempre”. Se necesita, asegura, ejercer mayor presión a nivel internacional y en las calles. Asimismo, considera que en la medida que se vayan cerrando los canales de vías pacíficas y democráticas en Venezuela, la única salida podría residir en las fuerzas armadas. Zovatto lamenta, además, que la crisis en el país del sur, esté desviando la atención de la “grave” situación en Nicaragua.
En vísperas de que la Organización de Estados Americanos (OEA), se reúna de forma extraordinaria este lunes en Washington, para decidir sobre la aplicación a Venezuela el artículo 20 de la Carta Democrática Interamericana, el analista político brindó, vía telefónica desde Chile, esta entrevista al programa televisivo Esta Semana, que se transmitirá en la edición de este domingo por Canal 12.

La oposición venezolana sostiene que a pesar de que el presidente Maduro y el Tribunal de Justicia han dado marcha atrás algunos aspectos de su sentencia contra el parlamento, el golpe de estado contra la Asamblea Nacional se mantiene. ¿Qué está pasando realmente en Venezuela?
La sentencia 155, que les quitó la inmunidad parlamentaria a los congresistas y la 156, que les quitó las atribuciones y las facultades y se las dio a la sala constitucional. Lo que vimos a fines de esta semana, a través de la reunión del Consejo de Defensa Nacional y después del pronunciamiento muy duro de la fiscal Luisa Ortega, que dijo que la sentencia 155 y 156, representaban una ruptura del orden constitucional. (Se) echaron para atrás porque claramente constituía un verdadero Golpe de Estado. En realidad, lo único que ha hecho el Poder Judicial en Venezuela ha sido dar una marcha atrás respecto del tema de inmunidad y respecto del tema de redistribución de competencias. Pero se sigue diciendo que la Asamblea Nacional está en desacato por los tres diputados del Amazonas y sigue cercenándole, no quitándole las atribuciones ahora, pero sí invalidando cada una de las decisiones importantes que la Asamblea ha tomado respecto del Ejecutivo. Lo que ha hecho Maduro es que ha ido utilizando al Poder Judicial, del cual ejerce pleno control, para establecer un escudo judicial de manera tal que toda decisión que no le conviene la declaran nula e inválida.

Los diputados de la Mesa de Unidad Democrática Venezolana, han anunciado que el próximo martes procederán a destituir a los magistrados del tribunal electoral que violaron la ley. ¿Pueden hacerlo?
Pueden hacerlo, pero para eso necesitan del apoyo del Poder Ciudadano. Hay que tomar en cuenta que en Venezuela --por la Constitución Bolivariana de 1999-- en lugar de la división tripartista clásica de poderes, hay cinco poderes. El esquema de la Constitución es que ningún poder puede someter a otro si no tiene a su vez el apoyo de un segundo poder. Para poder destituir a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia necesitan del acuerdo del Poder Ciudadano, y este sigue en el poder de Maduro.

¿La posición disidente de la fiscal Luisa Ortega, significa que hay una fisura política en el chavismo, o podría ser una salida concertada, para ofrecerle al presidente Maduro una escalera para bajarse de la crisis?
Creo que las dos interpretaciones son válidas. Por un lado sí empezamos a ver ciertas fisuras dentro del chavismo, y en el caso de Luisa Ortega, esta se viene manifestando desde hace ya un tiempo. Por el otro lado, tampoco podemos ser tan ingenuos de no pensar que esta ha sido una salida elegante que le ha permitido a Maduro presentarse frente a la fuerte reacción internacional.

¿Qué se puede esperar de la reunión extraordinaria convocada en la OEA para mañana y de la resolución de los cancilleres de Mercosur? ¿Puede la presión externa incentivar a Maduro a convocar a elecciones, como demanda la oposición?
La reunión de emergencia de ayer de Mercosur convocada por Argentina fue contundente, si se ve por el punto tres, habla expresamente de ruptura constitucional y pide la liberación de presos políticos y restablecimiento del calendario electoral. Por el otro lado, creo que la OEA, tendrá que tener una posición fuerte en los términos no ya del artículo 21, porque para eso se necesita dos terceras partes. Pero sí en los términos del artículo 20. Mañana la OEA debería de activar la Carta Democrática Interamericana en su artículo 20. Ofreciendo buenos oficios para buscar una solución negociada. Maduro va a tratar de impedir esta convocatoria. La presidencia del Consejo Permanente por los próximos tres meses la tiene Bolivia, que es un aliado clave de Venezuela. Y a su vez, va a tratar de restablecer el diálogo con Unasur --aunque Unasur está descabezada porque su secretario general cumplió el período y estos no han podido designar a uno nuevo-- sin embargo, Maduro va a intentar poner de nuevo a (Rodríguez) Zapatero, Leonel Fernández, Martín Torrijos y al Vaticano para volver sentar a la mesa a la oposición.Creo que la oposición ya se sabe ese juego y lo que va a hacer ahora es utilizar la presión internacional, pero solo con esto no se va a cambiar la correlación de fuerzas. Se tiene que salir a las calles y presionar fuertemente a Maduro respecto a la liberación de presos políticos y sobre temas del calendario electoral.

Además del gobierno de Bolivia que has mencionado, el otro que respalda abiertamente la dictadura de Maduro en la OEA es el régimen de Daniel Ortega, que a su vez se ha comprometido con el secretario general de la OEA en un acuerdo para, supuestamente fortalecer la institucionalidad democrática en Nicaragua. ¿Cómo se percibe este doble papel de Ortega?
Lamentablemente, la crisis de Venezuela le ha arrojado un cono de sombra muy importante a Nicaragua. Lo que está pasando en Venezuela es grave, pero también es igualmente grave lo que sucede en Nicaragua. Daniel Ortega se está beneficiando que todas las miradas están puestas en la crítica de Venezuela, lo cual es justo, pero creo que la región está cometiendo un error de no ponerle la atención debida a la consolidación del autoritarismo en Nicaragua y además de una dinastía familiar.

Si cómo has señalado se necesita una mayor presión política de parte de la oposición para forzar a Maduro a convocar a elecciones. ¿Significa esto que Venezuela va a hacia confrontación, una escalada aún mayor?
Lo que hemos visto sistemáticamente es que cada vez que la situación se le acompleja a Maduro, lo que hace es tratar de restablecer el diálogo tratado por Unasur, (Rodríguez) Zapatero, Hernández y Torrijos, además del auxilio del Vaticano. La oposición, electoralmente es muy buena, pero políticamente es muy débil porque no ha logrado los niveles de cohesión interna que debería de tener. Esta vez, la oposición se tiene que sentar en la mesa de negociación solamente cuando haya garantías muy claras, avaladas por un grupo mediador --que no pueden ser solamente estos tres expresidentes-- que le de garantías, al menos, para abrir un canal humanitario para la crisis humanitaria y económica que vive el país, la liberación de todos los presos políticos y la recuperación del calendario electoral. Sin esos elementos, la oposición no debe sentarse a una mesa de negociación y debe seguir presionando fuertemente en la calle.

En este contexto de ruptura del orden constitucional, crisis económica, presiones externas, y la movilización popular, ¿Qué papel juegan las Fuerzas Armadas Bolivarianas? ¿Están alineadas políticamente al régimen de Maduro, o pueden jugar apoyar una salida pacífica electoral?
En la medida que se vayan cerrando los canales de vías pacíficas y democráticas, el tema de la presión sobre las fuerzas armadas va a seguir aumentando. Hay que tomar en cuenta que este es un régimen cívico-militar, y que al menos la cúpula, sobre todo el general Vladimir Padrino López y la alta oficialidad, está formando parte de este gobierno. Varios de los militares ocupan el mayor número de los ministerios, con lo cual la alta oficialidad sí está respaldando al régimen chavista. Creo que si esta situación se sigue deteriorando, lamentablemente, en algún momento, quizás la única salida pueda ser de una manera militar. Yo espero que esto no ocurra, porque no sería la mejor solución. Pero en la medida que Maduro siga cerrando los canales de una solución pacífica y democrática, el factor militar va a ir adquiriendo mayor fuerza.


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