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La alianza de Ortega con la cúpula militar

El caudillo administra un sistema de premios políticos y económicos para los altos exmilitares

Daniel Ortega y Omar Halleslevens en la campaña electoral de 2016. Foto: Cortesía | Óscar Navarrete | La Prensa

20 de agosto 2019

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La tarde del viernes 19 de marzo de 2011, el exjefe del Ejército, general en retiro Omar Halleslevens, llegó al Consejo Supremo Electoral (CSE) para asumir su nueva faceta: la del político, el compañero de fórmula electoral de Daniel Ortega.

Halleslevens lucía unas gafas transición, de esas que se oscurecen con el sol, y una camisa celeste; y Ortega una camisa blanca manga larga. El general aplaude y aplaude durante el momento en que el operador político del FSLN, el diputado Edwin Castro, inscribe la fórmula presidencial.


El exguerrillero y exmilitar de alta graduación, que escaló posiciones siempre desde labores de Inteligencia y Contrainteligencia hasta llegar a ser el sucesor del general Javier Carrión como jefe del Ejército, entró de esa manera a las ligas mayores de la política.

“Hace un año dejó la jefatura (del Ejército) y había que dar, como decimos aquí en Nicaragua, tiempo al tiempo. No era conveniente que saliendo del Ejército inmediatamente se incorporara, se activara a las filas del Frente Sandinista”, dijo Ortega en su discurso sobre Halleslevens.

“Créanlo, que estamos en la disposición de entregar hasta la última gota de sudor y de sangre, si fuera necesario, por ver que esta patria, esta sociedad y nuestro pueblo, continúe por este sendero que ha venido transitando”, respondió Halleslevens.

Daniel Ortega y Omar Halleslevens en la campaña electoral de 2011. Foto: Cortesía | Óscar Navarrete | La Prensa

Con Ortega sin las energías de antaño, cuando recorría municipio por municipio durante sus campañas, Hallesleven recorrió la Nicaragua profunda haciendo campaña por Ortega. Unos meses después, en unas elecciones donde el FSLN fue señalado de cometer fraude en varias diputaciones, el exjefe de Inteligencia y Contrainteligencia se convirtió en vicepresidente.

La aceptación de Halleslevens como candidato a la vicepresidencia con Ortega “fue parte de la alianza que ya estaba cuajándose” entre la cúpula militar y el Gobierno, según la socióloga Elvira Cuadra, experta en temas de seguridad.

“La participación de militares en retiro, y en algunos casos en activo, es parte de la alianza que estableció el Ejército con el grupo Ortega-Murillo”, dijo Cuadra desde su exilio en Costa Rica.

Esa alianza, según Cuadra, va en dos frentes: el político y el económico. “El económico es la parte del Ejército que se ha metido a hacer negocios con los fondos de la cooperación venezolana que la familia Ortega-Murillo manejó discrecionalmente, y el otro es el político, mensaje de que una aptitud así (de sumisión) tiene sus retribuciones”, precisó.

Cuadros del Ejército en el FSLN

Halleslevens se convirtió en el militar de más alto rango que ocupa un puesto en el Gobierno, pero hay otros militares retirados ocupando cargos de importancia, como el canciller Denis Moncada, quien se retiró de las filas castrenses como general de brigada.

Rosario Murillo, Daniel Ortega y Omar Halleslevens en la toma de posesión, en enero de 2017. Foto: Cortesía | Óscar Navarrete | La Prensa

“Todos estos nombramientos fueron un mensaje a altos jefes militares: ‘Yo te puedo premiar si me obedecés’, pero además, es un mensaje a la oficialidad del Ejército de que el partido los puede premiar si se portan bien”, dijo a CONFIDENCIAL un exalto miembro del Ejercito que no quiere ser citado.

“Estos oficiales salen del Ejercito con mucha información de todos los ámbitos del país y con mucha preparación. Irse a trabajar con un Gobierno represor le resta a la institucionalidad del Ejercito”, resaltó.

Los exnúmero tres

No habían pasado ni nueve meses desde que Halleslevens asumió como vicepresidente, cuando Ortega nombró al mayor general Denis Membreño, en ese entonces inspector del Ejército, como director de la Unidad de Análisis Financiero (UAF). Antes de ser inspector, el alto jefe militar había sido titular de la Dirección de Investigación para la Defensa.

Pero al primero que Ortega trajo a sus filas fue al antecesor de Membreño, el mayor general Ramón Calderón Vindell. En 2010, unos meses después de pasar a retiro como inspector del Ejército, Calderón Vindell apareció firmando documento como alto funcionario de Albanisa, la empresa para canalizar los millones de la cooperación venezolana. Hasta febrero pasado, cuando renunció, Calderón Vindell fue presidente de Petronic.

En Albanisa, Calderón Vindell fue compañero de trabajo del contraalmirante retirado Juan Francisco Estrada, exjefe de la Fuerza Naval, y del coronel retirado Guillermo González.

Álvaro Baltodano, general retirado y secretario de la Corporación Nacional de Zonas Francas. // Foto: Archivo

En el Ejecutivo de Ortega, también trabajan los generales retirados Álvaro Baltodano, como secretario de la Corporación Nacional de Zonas Francas (CNZF), acompañado del antiguo jefe de la Dirección de Personal y Cuadros, general de brigada Néstor López, jefe de Logística de la CNZF, y Herminio Escoto, en la Empresa Nicaragüense de Alimentos Básicos (Enabas). Los servicios de seguridad de la CNZF también están a cargo de una empresa del general en retiro Glauco Robelo.

Exmilitares en el Gobierno

En 2013, CONFIDENCIAL publicó una lista de más de 20 exaltos miembros del Ejército trabajando para el Ejecutivo en puestos de dirección.

El coronel retirado Elías Guevara, estaba de viceministro de salud; el también coronel Silvio Palacios era secretario en el Magfor. Otro coronel retirado, Manuel Gutiérrez, era titular de la Dirección General de Protección y Sanidad Animal.

Denis Membreño, exinspector del Ejército y director de la UAF. // Foto: Archivo

La Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados estaba copada por militares, entre ellos los coroneles retirados Ervin Barreda, como presidente ejecutivo; Javier Martínez, como administrador general; Octavio Aragón, como director financiero; Jorge Pérez Conde, como jefe de Seguridad Interna, y Denis Paiz, como director administrativo y financiero.

El coronel retirado Ruddy Saavedra, antiguo miembro de Contrainteligencia Militar, también era el jefe de despacho del vicepresidente Omar Halleslevens.

RobertoLopez

Roberto López, presidente del Consejo Directivo del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS). Confidencial | CCC

A su vez, el capitán retirado Roberto López es el actual director del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social; al igual que el capitán retirado Eddy Medrano, como director de Aduanas. En el Ministerio de Energía y Minas, Carlos Zarruck Pérez, teniente coronel retirado, se desempeña como director general de Minas.

Como funcionarios del orteguismo también estuvieron, el coronel retirado Antenor Rosales, quien fue presidente del Banco Central, o Jorge Castro Medina, también coronel retirado que fue director de Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).

También el general retirado Evertz Alemán fue en su momento presidente de Enacal, y otro general retirado, Ricardo Martínez Bonilla, fue secretario del Ministerio de Educación.

“Ortega busca este control para garantizar una penetración política a través de los exmilitares, porque estos dejan amigos y subordinados dentro de la institución una vez que salen de ella. De esta forma, Ortega se mantendría informado sobre aspectos no oficiales que atañen tanto a los individuos como al colectivo. Por ejemplo, qué piensan, qué problemas enfrentan”, dijo en 2013 a CONFIDENCIAL el experto en temas de seguridad, Roberto Orozco.

Los exnúmero dos

Después que lo enviaron a retiro y le cortaron las posibilidades de ser el jefe del Ejército, en diciembre de 2013, Ortega también reclutó al número dos del Ejército, el mayor general Óscar Balladares. Dos días después de ser enviado a retiro anticipado, Balladares fue nombrado asesor con rango de ministro para temas infraestructura.

Licitaciones

El jefe del Ejército, Julio César Avilés, junto a los mayores generales Oscar Mojica y Alfonso Zepeda, enviados a retiro a finales de marzo, en una imagen tomada de la fanpage del Ejército, en Facebook. | Confidencial

El último exjefe militar que se convirtió en funcionario de Ortega fue el sucesor de Balladares, el mayor general retirado Óscar Mojica, quien en 2017 pasó a retiro como jefe del Estado Mayor e inmediatamente fue nombrado director del Instituto Nicaragüense de Energía (INE). Actualmente es el ministro de Transporte e Infraestructura y está sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

Nicaragua Consejo Permanente OEA

Estados Unidos asegura que el general “promovió” en televisión nacional la estrategia de “exilio, cárcel o muerte” del régimen de Ortega para silenciar a la oposición, “una política que ha dejado cientos de muertos, miles de heridos y decenas de miles de personas encarceladas, expulsadas o desplazadas internamente”. Además, afirman que Mojica administra una parte significativa de las finanzas personales y oficiales del presidente Ortega y de la vicepresidenta Murillo, incluidas las inversiones en plantaciones de café y establecimientos hoteleros.

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Ismael López

Periodista. Tiene 16 años de experiencia como reportero de prensa escrita y televisión. Escribe sobre crimen organizado, derechos humanos y política. Premio a la Excelencia Periodística Pedro Joaquín Chamorro.

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