1 de mayo 2019
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La pretensión del régimen de Daniel Ortega de suscribir un acuerdo con la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, para pedir el cese de las sanciones internacionales en contra de la dictadura, fue rechazada este martes, por lo que la negociación continúa estancada. La propuesta del Gobierno, que fue presentada el pasado lunes, fue discutida ayer sin que las partes lograran ponerse de acuerdo.
Ante el fracaso en las negociaciones, el dictador Ortega llamó “miseria humana” a quienes le adversan y promueven sanciones internacionales en contra de la élite sandinista. El último representante del régimen que fue sancionado por el departamento del Tesoro de los Estados Unidos fue Laureano Ortega Murillo, uno de los hijos de la pareja presidencial.
“Los que andan ahí de rodillas pidiendo sanciones contra su pueblo… eso es lo más abyecto que puede haber sobre la tierra y lo más abyecto que puede haber aquí en nuestra patria Nicaragua, porque en estas cuestiones hay gente celebrando cada vez que hay una sanción contra Nicaragua”, señaló el dictador.
Ortega, señalado de haber cometido crímenes de lesa humanidad, al haber causado más de 300 asesinatos en Nicaragua señaló que quienes piden sanciones internacionales en su contra: “No tienen ni alma ni tienen corazón, lo que tienen es veneno… es el veneno lo que lo convierte en miserables, esa es la miseria humana, son una expresión de la miseria humana”, dijo.
Advirtió, además, que sus delegados en la negociación con la Alianza Cívica van a continuar intentando frenar las sanciones: “Frente a esas realidades nosotros no podemos renunciar, como no hemos renunciado, a buscar acuerdos, conversar y buscar acuerdos con esas miserias humanas”.
Negocian pero no cumplen los acuerdos
El representante de la Alianza Cívica, Mario Arana, recordó que las sanciones fueron adoptadas por la comunidad internacional como una medida de presión para que el régimen aceptara una salida negociada a la crisis sociopolítica del país, y la explicó que la dictadura “se equivoca al pensar que sin compromiso y voluntad de evidente cumplimiento” de los acuerdos firmados “van a modificar la posición de los países que le han impuesto sanciones”.
Miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia durante una conferencia de prensa en el INCAE. Carlos Herrera | Confidencial
El negociador consideró “irrelevante emitir comunicados llamando a la suspensión de sanciones sin base en hechos y compromisos reales”. Además, explicó que en los acuerdos firmados por las partes, el pasado 20 de marzo, está la voluntad de la Mesa de Negociación de que “una vez que las condiciones estén dadas: acuerdos, cumplimiento e implementación”, hasta entonces sería viable pedir la suspensión de las sanciones.
Sobre este punto, Wilfredo Navarro, vocero de la delegación del régimen, dejó claro que la intención de la dictadura es negociar el cese de las sanciones internacionales a cambio de la libertad de los presos políticos, de quienes dijo que “van a salir (de la cárcel) pero dentro del orden establecido por la constitución y en base al estado de su situación legal”.
“Ellos (la Alianza) claman por sus presos de primera clase, pero cuando nosotros les decimos que hagan un llamado para que el diálogo se desarrolle en paz y tranquilidad… ellos se niegan rotundamente, ellos se niegan rotundamente a aceptar que firmemos o hagamos un comunicado donde pidamos que se suspendan las sanciones a Nicaragua, porque no son sanciones al gobierno de Daniel Ortega, son sanciones que están afectando al pueblo de Nicaragua”, dijo Navarro.
Definen mecanismos de implementación
Los miembros de la Alianza Cívica siguen intentando establecer los mecanismos de implementación de los acuerdos suscritos el 20 de marzo, en los que se establece la liberación de los presos políticos.
Al final de la reunión, el economista y presidente de AmCham, Mario Arana, insistió en que “nuestra prioridad ha estado con los presos políticos, para que tengamos una calendarización a partir de mayo, que a partir de mayo podamos contar con la lista de las personas que van a ir saliendo (de la cárcel) y así darle tranquilidad en los hogares”.
Mientras tanto, la propuesta que fue presentada por los testigos internacionales del diálogo nacional, el nuncio Waldemar Sommertag y el representante de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Ángel Rosadilla, ha quedado sobre la mesa sin poderse concretar.
Además, la Alianza Cívica reiteró a través de un comunicado que las propuestas que no fueron consensuadas por el régimen incluían: “La liberación progresiva de presos y personas detenidas en el mes de mayo. Que todo proceso de liberación se hiciera con la participación de la Comité Internacional de la Cruz Roja”, dice el documento.
“Invitación a garantes internacionales para el Acuerdo de Libertades Ciudadanas y liberación jurídica para nicaragüenses, tanto en el país como en el exterior, que enfrentan causas judiciales abiertas pero que no están detenidos”, continúa el comunicado de la Alianza Cívica.
La próxima semana llegará a Nicaragua una delegación de la OEA con la que se iniciará la discusión del tema de las reformas electorales.
