¡UNAN en baratillo!

Encubrir las graves deficiencias educativas con que nuestros muchachos y muchachas culminan sus estudios secundarios parece ser la decisión de las autoridades superiores de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), al eximir de exámenes de admisión 24 de sus carreras ofertadas. Como se sabe, cada año, después de los gastos y algarabías con que dejan los institutos, más del 90% de aspirantes a universitarios son reprobados en los exámenes de admisión de matemática y español, evidenciando algo más de fondo: que no saben leer, en su acepción de comprender, asociar, imaginar, jerarquizar, y generar conclusiones de lo leído. Tampoco redactan de manera correcta. La lógica elemental indica que, si no comprendes lo que lees, menos que respondas de manera acertada lo que te preguntan.

Resulta paradójico que no hagan y aprueben el examen de admisión en castellano y matemática los futuros profesionales en: matemática, física, física-matemática, geofísica, gestión de la información, gerencia ambiental y de los recursos naturales, historia, francés, pedagogía con mención en diversidad (para educar a personas con discapacidades), traducción e interpretación de lenguas extranjeras, geografía, orientación vocacional y tecnología, entre otras. Si esto ronda lo absurdo, más preocupantes fueron las declaraciones que, intentando justificar la desacertada decisión, diera en conferencia de prensa el Dr. Hugo Gutiérrez, vicerrector de docencia de la UNAN-Managua, con las que desnudó la profunda crisis vista venir y alertada desde hace varios años, y que por su actual nivel de complejidad amerita ser atendida a lo inmediato.

Aseveró el Dr. Gutiérrez que las causas para eliminar el examen de admisión fueron: la falta de alumnos matriculados y su alta deserción (50%). Dijo que el año pasado, 8 de las 24 carreras no registraron matrícula, y hace cinco años en el resto de carreras tampoco. La demanda es tan baja que, en Informática, que es en línea, en 2014 solo se inscribió una persona y apenas dos en 2015. Para completar el triste panorama afirmó que desde que existen, en ninguna de las 24 carreras han sido llenados los cupos previstos con un promedio de 50 estudiantes cada una. La calificación mínima para entrar a las que no se precisarán examen de admisión es de 60 puntos, es decir, los que aprobaron arrastrados. No quedó claro –como las cuentas del Consejo Supremo Electoral- cómo llenarán 8.520 cupos disponibles en las 24 carreras si no han podido con los 1.200 actuales.

Tampoco se informó por qué deserta la mitad de alumnos. ¿Influirá en sus decisiones la dificultad para tener acceso a una oportunidad laboral al graduarse en la carrera estudiada? ¿Los desestimulan los bajos sueldos y salarios? ¿Son las carreras ofertadas las que en la actualidad necesita la economía y la sociedad nicaragüense? ¿Se debe hacer una reforma total a la educación media y superior en Nicaragua? ¿Es hora de priorizar la formación técnica? Poner parches es sinónimo de esconder el problema, y engañar a tantos muchachos y muchachas que egresarán con poca calidad profesional.

Managua, Ahuacalí 15 11 2016