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De símiles, similares y asimilados

El mundo es muy grande, pese a que, en términos cósmicos cardenalianos, es como una basurita en el espacio.

Con la apatía

15 de septiembre 2020

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Entre quienes escriben en torno al ejercicio de la política, definen esta actividad como el arte de lo posible.  Hay otras definiciones similares de la política y, una de ellas, hace un símil con la religión: La política es como la religión, pues también crea fanatismos y fanáticos.

Se supone –y no se supone mal— que los que discuten en torno a esos dos temas no siempre lo hacen en términos racionales: los fanáticos de la política sacralizan a sus caciques, y los creyentes hablan como inspirados por una divinidad.


Nadie deja de una entidad humana por reconocer que también somos animales.  Animales políticos sí, pero no como actúan algunos que, cuando tienen el poder político, tienen el derecho a comportarse como verdaderos animales en contra de los que les adversan.

Ningún ser humano puede desprenderse de su condición de animal político, aunque sobra políticos que se olvidan de lo humano y sacan lo de animal.  En tal condición, y mientras exista un político kafkiano con poder que quiera metamorfosear a sus adversarios en cucarachas, es obligatorio luchar por salvar la condición humana de todos.

También sobra animales políticos auto metamorfoseados en animales con instintos bestiales, deseosos de imponerse con cualquier medio por sobre la gente, casi hasta el exterminio cuando les fuera posible.  Son relativamente pocos, pero de ese mal padecen los poderosos, pero sobra quienes abrigan sentimientos similares en menor escala que actúan según sus posibilidades y que, por carecer de grandes poderes, no pasan de ser unos asimilados.

El mundo es muy grande, pese a que, en términos cósmicos cardenalianos, es como una basurita en el espacio.  Sea como fuere el mundo, lo cierto es que no solamente existen los poderosos, sino que predominan los asimilados, a los que no todos se comparan con gente altamente peligrosa para los individuos y para la humanidad.

Más bien, predominan los asimilados comunes, tantos hay, que en esa condición se encuentra (nos encontramos) la absoluta mayoría de los vivientes y los malvivientes de este mundo, mientras esperamos el viaje hacia el otro, aunque no sea a causa del covid-19.

Por ello, y como escribo en mi condición de simple asimilado de la política –sin militancia partidaria—, me permito reconocer a los símiles del poder de cualquier parte, y a los asimilados que aspiran ser similares a presidente.

Pienso también en los que aspiran a ser reyes, como “nuestros” presidentes, que actúan como reyes asimilados, haciendo su real capricho contra los derechos y las vidas de los demás.  Pero no tienen futuro, porque han perdido el juicio, pues aspirando a ser absolutos como reyes, viven una peligrosa contradicción: derraman la sangre ajena, pero como se creen sangre-azul asimilados van a sufrir de hemofilia ética-política y pasarán a ser reyes sin corona… o reyes coronados con las espinas del exilio. (Cuando mejor les va)

El problema para poder hablar de todos los que merecen ser aludidos, es la abundancia de asimilados de distintos pelos y tamaños y la falta de espacio. Es obligatorio entonces, hacer una pequeña selección, con la esperanza de que en el futuro inmediato no topemos con el coronavirus, pese a que no me relaciono con quienes responden a las convocatorias de Rosario Murillo.

A propósito, de esta señora asimilada a su marido dictador: desde aquel 18 de abril tiene las esperanzas frustradas de convertirse en su símil en la presidencia, aunque como su vice símil no le desmerece sus similares estilos represivos.

Explicadas las limitaciones objetivas del caso, comienzo con los que me han motivado el tema, aunque sea...

Al margen de estas cuartillas:

*Nadie podría iniciar el recuento de los símiles, similares y asimilados, si no es con Donald Trump, a quien de nada sirve aplicarle adjetivos descalificativos, porque ya le han aplicado tantos merecidos, que parece haber agotado los diccionarios.

*Pero he recordado un adjetivo que lo aplicaba mucho el inolvidable Domingo Sánchez Chagüitillo: Atrabiliario (supongo que nadie lo usa ya, y significa: irascible, irritable, de genio desigual).  La diferencia es que Domingo se lo aplicaba a terratenientes, patronos y burócratas injustos, y Trump es el malo del barrio mundial con armas atómicas.

*Los trumpistas criollos asimilados, amigos de Guillermo Rotschuv Villanueva, dicen ser enemigos de todos los ismos, pero estos fanáticos cultivan el Trumpismo, y admiran su racismo y su fascismo.

*Si esos trumpistas reivindican de su ídolo el cuento de que es defensor de elecciones limpias y transparentes por respeto al voto de la mayoría, ¿en dónde se van a meter el hecho de que Trump, obtuvo tres millones de votos populares menos que su rival, pero es presidente por el voto de un pequeño grupo de autócratas del llamado Consejo Electoral?

*Hoy hace ocho días, se efectuó la elección del nuevo presidente del Cosep, Mike Healy.  Durante la campaña electoral, los empresarios se despacharon hermoso hablando del relevo en su organismo, para no contradecirse con sus críticas al cacique de las reelecciones, Daniel Ortega.

*Entre ese y otros temas, nunca mencionaron la casualidad de que los dos candidatos, Mario Hanón y Mike Healy… son nicaragüenses norteamericanos.  Y por la fuente más legítima: la materna.  ¿Se podría decir que son nicas asimilados, o asimilados gringos? Pienso que no, pues son nicaragüenses por ley y por natura.

*Otra nicaragüense estadounidense es doña Kitty Monterrey, presidente del partido CXL, pero al revés: es hija de varón norteamericano.  Ella dice que no aspira a ser candidata a la presidencia.  En parte tiene razón, y esa parte es que doña Kitty es de fuerte carácter.

*Ese símil de mujer fuerte no es cosa simple; lo que quiero decir, es que un carácter muy fuerte, le impide reírse, una cualidad necesaria para todo político: reírse en campaña electoral… aunque ruja en privado.

*Los que votan según la cara del candidato, tienen que ser atraídos con sonrisas, aunque sean sonrisas falsas, y esas parece que no les salen muy fácil a doña Kitty.  Y solo por la falta de una sonrisa a tiempo, cualquier político podría perder la elección.  Pero, aunque usted no crea, ella le sonrió al fotógrafo de Domingo, de La Prensa.  El problema es que, al sonreír, no salió doña Kitty…. ¡sino doña Carmella María Rogers Amburn!

*Míster Paul Oquist, es un gringo asimilado-nicaragüense, que ni siquiera puede disfrazarse bien, pues aún no puede hablar a lo nica.  Su lengua todavía no le da los tonos necesarios, pero… ¡cómo sabe hablar el idioma orteguista!  En este idioma todo lo pronuncia muy bien, aunque nunca podrá hablar como nicaragüense, porque solo consulta… ¡al diccionario de las falacias rosarinas!

*El doctor Ernesto Cruz Jr. asesor del partido CXL (colega de Humberto Belli y Bosco Matamoros) dictó una conferencia a un grupo de jóvenes que –según dicen— fueron sorprendidos por su elocuencia.  No sé si el motivo de la sorpresa fue otro, como el darse cuenta de que Cruz y los otros asesores son asimilados por la política estadounidense.  Por lo que fuere, no le veo importancia a eso, siendo que todos, somos asimilados por alguna corriente política.

*Lo que llama la atención es que, en esta pequeña lista de políticos y empresarios, todos son norteamericanos por una u otra fuente.   Lo que queda por decir, es que somos un país con tantas cosas asimiladas a la geopolítica estadounidense, como si algún poder extraterrestre nos hubiese lanzado una maldición, diciéndonos… ¡Entre yanquis asimilados tendrán que vérselas toda la vida, jodidos!

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Onofre Guevara López

Fue líder sindical y periodista de oficio. Exmiembro del Partido Socialista Nicaragüense, y exdiputado ante la Asamblea Nacional. Escribió en los diarios Barricada y El Nuevo Diario. Autor de la columna de crítica satírica “Don Procopio y Doña Procopia”.

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