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AC+CxL es un peligro para la unidad nacional

No quieren una unidad nacional, con lo que en bandeja de plata le aseguran al orteguismo su continuidad en el poder.

Representantes de la Alianza Cívica y CxL en conferencia de prensa. Foto: Cortesía

Guillermo Cortés Domínguez

16 de enero 2021

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La Alianza Cívica+C x L dejó muy en claro que se considera como la única opción electoral para la ciudadanía nicaragüense opositora a la dictadura orteguista. Sin delicadezas, con vehemencia y de manera tajante y grosera, intentaron excluir del panorama a otras fuerzas políticas como la Coalición Nacional y su principal integrante, la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB).

Incluso la existencia de la Coalición y de la UNAB fueron puestas en duda por la AC+CxL en su insólito intento de borrar del mapa político a toda fuerza que se le oponga a la dictadura. Declararon que la población que votaría contra Ortega es un patrimonio totalmente suyo y de nadie más.


Ha quedado suficientemente claro que los grandes empresarios que dirigen el Cosep también quieren dirigir el país, esta vez directamente, sin grupos políticos intermediarios, como en el pasado, por lo que, en vez de dar sustanciosas colaboraciones económicas a partidos en contienda, incluyendo al mismo FSLN, directamente entran a la competencia electoral y hasta ponen a su candidato presidencial: Juan Sebastián Chamorro.

Entre estos grandes empresarios figuran de manera prominente los banqueros, es decir, quienes ganan más dinero en este país, quizá exceptuando a la familia Ortega Murillo. Estos señores, sin duda alguna, por su condición financiera, jamás van a representar los intereses nacionales. Sus gigantescos capitales los convierten en hombres y mujeres nerviosos que solo velan por incrementar sus caudales. Desde esta perspectiva AC+CxL no es una opción para el pueblo nicaragüense.

AC+CxL propicia la continuidad de la dictadura

El “debut” en sociedad de la alianza electoral AC+CxL no pudo ser más accidentado debido a la prepotencia de sus voceros, quienes hicieron gala de irrespeto a la ciudadanía y a sus organizaciones azul y blanco. La soberbia y la intolerancia dejaron marcada a esta alianza que está propiciando la continuidad de la dictadura con sus desplantes contra una imprescindible unidad nacional para poder derrotar al orteguismo.

De entrada, Ac+CxL se han ganado el repudio de gran parte de los nicaragüenses. A esto hay que agregar un pasado reciente de marrullerías y engaños, como por ejemplo su discurso mentiroso y manipulador de que se salían de la Coalición Nacional porque promoverían una unidad más amplia, cuando lo que realmente pretenden es destruir las organizaciones azul y blanco

En retrospectiva, vemos a los grandes empresarios tratando de controlar por medio de sus operadores políticos, la conformación de la UNAB, donde fracasaron estrepitosamente, sobre todo porque las organizaciones sociales lograron sortearlos y crear una organización amplia, plural inclusiva y con un funcionamiento interno democrático. También naufragaron con la Coalición Nacional, donde tampoco los empresarios lograron tomar el timón como querían.

Desde hace casi dos años estos señores vienen mostrando el colmillo, decididos a tomar las riendas y a subordinar a los demás, pero como no pudieron, huyeron de la Coalición y formalizaron su alianza electoral con CxL, partido con el que ya tenían un amarre que mantuvieron en bajo perfil, para que fuera su casilla en los comicios de noviembre.

El mensaje de diálogo de Ortega es para ellos

Esta retrospectiva y los constantes amagos de los grandes empresarios por “normalizar” su relación con los Ortega-Murillo para deshacerse de la pesada carga de la reforma tributaria, entre otros, y para volver al corporativismo que tantos dividendos les dejó, hacen pensar que las últimas palabras del primer discurso del dictador en este enero del 2021, de un diálogo y un acuerdo nacional después de las elecciones, es un mensaje dirigido a ellos.

Los señores AC+CxL han sido desnudados tempranamente por su propia soberbia. Es claro que no representan intereses nacionales y que no quieren una unidad nacional, con lo que en bandeja de plata le aseguran al orteguismo su continuidad en el poder.

La Coalición Nacional aún no se levanta ante la ciudadanía como la poderosa organización azul y blanco que intentará aplastar al régimen en noviembre próximo, pero debe actuar cuanto antes, porque el que podía ser un aliado, ya se convirtió en un peligroso obstáculo para lograr el más legítimo anhelo de la ciudadanía: liberarse de la dictadura orteguista.


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Guillermo Cortés Domínguez

Guillermo Cortés Domínguez

Periodista nicaragüense. Escribió prensa clandestina y fue redactor y editor del diario Barricada. Coautor de "Corresponsales de Guerra". Fundador y director de la revista Medios y Mensajes y la editorial Editarte. Ganó el Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí, de la agencia de noticias Prensa Latina S.A. Además, es autor de "Huérfanas de Guerra" y "El oráculo de la emperatriz", entre otros libros.

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