27 de marzo 2020
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Las medidas de seguridad que debería tener el personal médico para evitar el contagio de covid-19 en hospitales públicos de Nicaragua “no se están cumpliendo”, reclamó el José Antonio Vásquez, especialista en ginecología y obstetricia, y miembro de la Unidad Médica Nicaragüense, una organización gremial con presencia en todo el territorio nacional y que está conformada por doctores del sector público y privado.
“A todo el personal médico lo están exponiendo y esto sucede a nivel de centros de salud, donde también se atiende a la población con síntomas sospechosos de coronavirus, y en los grandes hospitales de las ciudades. Es algo que se está repitiendo en todas las unidades de salud”, denunció Vásquez a CONFIDENCIAL.
El miembro de la Unidad Médica hizo referencia a un plan de acción que presentaron esta semana que refiere que los profesionales sanitarios, al ser el primer eslabón en la atención, tienen un riesgo directo de contagio de covid-19, por lo que es imprescindible garantizar que cuenten y dispongan de las medidas de seguridad adecuadas.
Vásquez señaló que es preocupante que, aunque se tiene información del alto grado de exposición al que están sometidos los trabajadores de la salud, en Nicaragua no se esté siguiendo las recomendaciones que la Organización Mundial de la Salud (OMS), han detallado para el cumplimiento y protección de doctores, enfermeros y demás empleados de los hospitales.
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“Estas medidas de seguridad son de vital importancia seguirlas. Son recomendaciones de la OMS y la OPS, en relación a la bioseguridad, de las exigencias que deben cumplirse. Y las denuncias que recibimos es que no se están cumpliendo, el Ministerio de Salud continúa diciendo al personal que no pueden usar estos medios de protección porque van a alertar y sembrar el pánico en la población”, expresó Vásquez.
Esta semana CONFIDENCIAL publicó un reportaje sobre las denuncias de “inseguridad” en hospitales públicos. Los doctores explicaron que sus superiores no les permiten usar mascarillas, guantes y tampoco hablar sobre la pandemia.
“Nosotros hemos visto a pacientes que entran con síntomas y pasan por todas las salas, tosiendo, y frente a pacientes que están sanos. Los exponen y no les importa”, denunció Graciela, una doctora que trabaja en el Minsa desde hace varios años y que pidió se respetara su identidad por temor a represalias. Graciela consideró que esta es una exposición innecesaria, pues algunas de estas personas luego son enviadas a sus casas o simplemente les indican que no es covid-19, sino una fiebre común.
Secretismo político
En su plan de acción la Unidad Médica remarcó que todas las medidas de seguridad son necesarias implementarlas, tanto en el sector público como privado, y que no es aceptable que en algunos centros públicos de prestación de servicios de salud se esté coaccionando al personal médico a no usar protección, en particular las mascarillas bajo el argumento que eso alarmaría a la población.
Para aliviar esta deficiencia, proponen realizar un manejo transparente y descentralizado de la información relacionada con la pandemia, publicando información necesaria sobre pruebas realizadas, pruebas positivas, casos en estudio, casos confirmados, defunciones, protocolos, normas de atención, sitios de atención, rol de la seguridad social, rol de las aseguradoras privadas, y todos los aspectos relacionados con la respuesta ante la pandemia.
Vásquez lamentó que, aunque existen opciones para informar transparentemente, el Gobierno decida que la política del secretismo sea la que permanezca, a pesar de que a nivel mundial los otros países ofrecen información certera de lo que ocurre en sus naciones con los casos de covid-19.
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“Todo se maneja bajo el secretismo. Si los doctores ven a un paciente que tiene sintomatología, esa información tiene que manejarse con suma cautela. Si alguno de los doctores que pertenecen a la Unidad Médica o que de forma independiente da esa información, lo pueden despedir. La información se maneja como si fuera secreto de estado”, remarcó.
Las otras recomendaciones
Uno de los tres componentes que la Unidad Médica propone en su plan de acción es exhortar al gobierno de Nicaragua, a las fuerzas políticas, al sector privado, medios de comunicación y a la ciudadanía en general, que cumplan con las recomendaciones de la OMS y la OPS.
“El Gobierno debe fortalecer la gestión de los viajeros enfermos en los puntos de entrada – aeropuertos, puertos y pasos fronterizos terrestres internacionales– en el contexto del brote de covid-19. Los dos casos reportados a la fecha atravesaron el aeropuerto internacional sin ser detectados, lo cual amerita una revisión de la rigurosidad con que se está haciendo esta revisión”, señalan en el documento.
También recomiendan modificar su planteamiento de promover eventos masivos tanto públicos y privados, de cualquier índole. También sugieren corregir su directriz de de que a las personas provenientes de otros países con riesgo de transmisión según la OMS y sin sintomatología, no tengan restricciones en su movilidad y desplazamiento en el país.
“A las fuerzas políticas pedimos aunar esfuerzos para el abordaje de la pandemia de covid-19. La humanidad atraviesa una grave pandemia. Y Nicaragua también está en riesgo de ser afectada de manera grave por la pandemia, esta amenaza nos puede afectar a todos sin distinciones”, refieren.
Al sector privado aconsejan desarrollar medidas inmediatas para preparar sus centros de trabajo para enfrentar la pandemia. Recomendaciones explícitas que ha orientado la OMS a los empleadores, que deberían ser adoptadas aún sin casos de personas que puedan tener el virus en las instalaciones donde laboran.
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