17 de abril 2021
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Al 30 de abril se espera que 167 500 personas mayores de 60 años y con enfermedades crónicas cuenten con la primera dosis de la vacuna Covishield, sumado a los 3000 pacientes con Insuficiencia Renal Crónica, que les aplicaron ambas dosis de Sputnik V. Estos datos equivalen al 2.6% de la población total y el 20% de los grupos priorizados que estarán protegidos contra la pandemia, lo que hace cada vez más incierta la promesa del Gobierno de inmunizar a más de la mitad de la población en 2021.
“Si no tenemos garantías de la compra de las dosis necesarias, ¿cuándo vamos a llegar al umbral del 70% de la población del país inmunizada? Esa es la preocupación”, expresó el salubrista Carlos Hernández, quien también es miembro del Comité Científico Multidisciplinario (CCM).
El miércoles, la esposa de Daniel Ortega, vicepresidenta y vocera gubernamental, Rosario Murillo, de forma inusual a la política de opacidad instalada por el régimen sobre la gestión de la pandemia, informó que la vacunación contra la covid-19 tenía un 35% de avance, equivalente a 58 625 inmunizados; en total 61 625 personas estaban vacunados.
Con ese dato, el salubrista Hernández, estima que hasta el 13 de abril, fecha de corte de la información, y con base a cifras de población del Minsa y el consolidado de enfermedades crónicas del censo 2020, la cobertura actual de la vacunación es del 7.6% del grupo de riesgo y menor del 1% de la población total, estimada en 6.5 millones de habitantes.
Nicaragua vacuna con 335 000 dosis donadas; 200 000 por parte el Gobierno de la India y 135 000 por medio del Mecanismo COVAX en coordinación con la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Al inicio del año, la misma Murillo anunció el seguimiento de los procesos de compras de tres sueros, siendo la cantidad más grande de dosis --3.8 millones-- de la vacuna Sputnik V, pero el Gobierno ha mantenido silencio sobre qué ha pasado con estas adquisiciones, de las que supuestamente se tenían avances y el financiamiento para ejecutarlo.
Para Hernández, es urgente saber cuándo se podrá disponer de la vacuna Sputnik V, tomando en consideración que se mantengan las negociaciones; y así, ampliar y agilizar el programa de vacunación contra la pandemia.
Explica que al ritmo demostrado por el Minsa desde el 6 de abril, cuando inició la segunda fase, en un mes no se llegó ni al 3% de la población total, para cubrir el 70%, se necesitará mucho tiempo, por ende, se debe ir más rápido.
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Vacunación contra covid-19 debe proteger al 70% de la población
La inmunización contra la covid-19 busca reducir mortalidad y evitar que las variantes del SARS-CoV-2 se diseminen en el país. El salubrista explica que con las estimaciones actuales de cobertura de vacunación habrá algún tipo de protección, pero es necesario llegar al 70% de la población total, y en el caso de los grupos priorizados --unas 800 000 personas--, el alcance de las inmunizaciones debe cubrir por encima del 85% y hasta el 90%.
Hasta abril el 20% de la población de más riesgo ante la covid contará con primeras y segundas dosis aplicadas, pero el otro 80% “está sujeta al altísimo riesgo de caso grave”, alertó.
Por su parte, el epidemiólogo Leonel Argüello, recordó que “el compromiso del Gobierno fue de un 55% en 2021, en realidad, hasta ahora llevamos un poco menos del 1%, esto significa que faltan 54% todavía”, dijo. Al igual que Hernández, señala que para controlar la epidemia se necesita tener el 80% de la población vacunada, un panorama aún incierto en Nicaragua.
Pero además de los propios problemas de gobernanza en el país, la inequidad en las compras de vacunas, dominadas por los países desarrollados, y los problemas de producción que enfrentan las farmacéuticas para suplir la demanda mundial son dos factores que inciden en que la vacunación de gran parte de la población sea aún más compleja. Por ello, Hernández, considera necesario el llamado a la solidaridad con otros países, a quienes no les es muy útil cubrir sus poblaciones, mientras otros se quedan en la cola de inmunización, en un contexto en el que el mundo ha retomado la movilidad.
La vacunación contra la covid-19 es un derecho. No es una dávida del régimen, ni de la "voluntad política" del Gobierno, como predican los políticos del FLSN en el Minsa. Asistan a vacunarse, y adopten las medidas de prevención ante la aglomeración que hay en los centros de salud pic.twitter.com/Ezka0iC2eU
— Carlos F Chamorro (@cefeche) April 16, 2021
Politización de vacunas en instalaciones del Minsa
Desde que inició la segunda fase de vacunación contra la covid-19, varios personajes críticos al régimen orteguista han ejercido su derecho a la salud, dirigiéndose a las unidades para recibir la primera dosis de la vacuna Covishield, pero esto ha sido aprovechado por fanáticos del régimen, para tomar fotografías y videos de personalidades como Vilma Núñez, defensora de derechos humanos; Fabio Gadea, empresario radial; el doctor Carlos Tünnermann, vocero de la Comisión de la Buena Voluntad; y el director de CONFIDENCIAL y Esta Semana, Carlos Fernando Chamorro, entre otros.
Los orteguistas han difundido las fotografías en redes sociales con mensajes acorde a la política populista del régimen, de brindar salud gratuita y agradecer a la pareja gobernante. Omiten explicar que las vacunas fueron donadas y que el Gobierno mantiene silencio sobre las compras bilaterales de vacunas que dijo gestionaría. Además, es obligación del Estado, representado por el Gobierno, garantizar el derecho a la salud a todos los nicaragüenses sin ningún distingo.
Hasta ahora, el Minsa ha vacunado contra la covid-19 en Rivas, Carazo, Masaya, Granada, Estelí, Chinandega, León, y Nueva Segovia. Sin embargo, a la par de la vacunación, mantiene la promoción de aglomeraciones, que los especialistas han advertido como un riesgo para el incremento de casos.
El epidemiólogo Argüello explicó que aunque las personas ya se vacunaron, ninguna aún está completamente protegida, sino hasta un mes después que se aplique la segunda dosis, que será alrededor de junio porque se debe esperar entre 8 a 12 semanas.
La recomendación, por lo tanto, es que antes, durante y después de la vacunación se apliquen las medidas de prevención, principalmente, el uso de la mascarilla y garantizar el distanciamiento social.
