15 de noviembre 2019
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La Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) reportó, la madrugada de este viernes, la detención arbitraria de 13 personas que llevaban víveres a un grupo de madres de presos políticos que permanecen en huelga de hambre en la ciudad de Masaya. La Policía del régimen acorraló a las mujeres, junto a un grupo de autoconvocados y el sacerdote Edwin Román, en el interior del templo de San Miguel Arcángel, y cortó el suministro de agua potable y energía eléctrica.
Entre los detenidos se encuentran presas políticas excarceladas y defensoras de los derechos humanos como Amaya Coppens, Ivania Álvarez, Wendy Juárez, Olga Valle, Olama Hurtado, José Medina, Hánzel Quintero, Atahualpa Quintero, Jesús Téfel, Gabriel Ramos, Roberto Butching y dos personas no identificadas. Quienes después de haber sido detenidos en Masaya fueron trasladados hacia Managua.
El arresto ocurrió alrededor de la medianoche de este jueves, cuando una caravana de la UNAB se acercó al templo de San Miguel para dejar los víveres, pero las fuerzas antidisturbios, que mantienen rodeada la iglesia, no les permitieron entregar la ayuda. Minutos después cuando los ciudadanos intentaban retirarse del lugar comenzaron a llegar fanáticos del Frente Sandinista y la Policía retuvo la mitad de los vehículos en que se trasladaban.
Templo bajo asedio policial
La iglesia fue rodeada por la Policía desde las primeras horas del jueves, cuando un grupo de mujeres iniciaron una huelga de hambre; sin embargo, el ambiente se puso más tenso al final de la tarde luego que los oficiales cerraron todas las entradas a la iglesia, obstaculizando el ingreso a los feligreses que asistían a los servicios religiosos.
El sacerdote Edwin Román salió del templo a persuadir a los oficiales para que despejaran las entradas a la iglesia, pero estos respondieron creando una barrera humana que selló completamente todos los accesos a la parroquia. El religioso insistió durante algunos minutos, pero a petición de la feligresía volvió al interior del templo luego de orar por la Policía que los asedia.
“Señor somos víctimas de una dictadura, un señor que desata las cadenas y lo que las detiene reprime a todo el demonio que está gobernando a Nicaragua, sabemos que el mal no puede prevalecer sobre el bien y la bendición de Dios todo poderoso descienda y prevalezca sobre ustedes”, exclamó el sacerdote rodeado de policías.
Horas después el padre Román reportó, a través de su cuenta de Twitter, que la parroquia continuó “sitiada”, mientras que las madres de los presos políticos permanecen “en oración y huelga de hambre”.
Madres de los presos políticos en huelga de hambre permanecen atrapadas en el templo de San Miguel. Cortesía | Confidencial
Cortan agua y energía
Durante la noche los servicios de agua potable y energía eléctrica fueron suspendidos en todos los sectores aledaños a la parroquia. El templo de San Miguel es uno de los sitios de mayor asedio de la Policía Nacional, la presencia de oficiales es permanente y en más de una ocasión han interrumpido la celebración de los servicios religiosos.
La Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) tuvo conocimiento del asedio al templo de San Miguel y demandó al Estado de Nicaragua a "respetar y garantizar la libertad de expresión y de reunión pacífica, así como la integridad" de las mujeres que permanecen en huelga de hambre como del padre Román.
Por otro lado, un grupo de autoconvocados del municipio de Catarina aprovecharon la procesión de la bajada de la Virgen Santa Catalina de Alejandría para gritar consignas contra el Gobierno y lanzar globos azul y blanco, un par de actos simbólicos que prácticamente están prohibidos por el régimen.
Autoconvocados de Catarina salieron en la procesión de la bajada de la Virgen Santa Catalina de Alejandria y con consignas de ¡Viva Nicaragua Libre! acompañaron a la Virgen de este municipio. #SOSNicaragua #Nicaragüense #Masaya #Catarina pic.twitter.com/btVc2PRE4x
— Trinchera de la Noticia (@LaTrincheraNic) November 15, 2019
