5 de marzo 2020
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La golpiza y el robo a los periodistas que dieron cobertura a la misa de cuerpo presente del sacerdote y poeta Ernesto Cardenal, fue algo dirigido desde la Presidencia de la República enfatizaron los afectados. El ataque de una turba sandinista dejó al menos tres periodistas agredidos y puso en evidencia la persecución hacia la prensa independiente, la falta de libertades públicas y el poco respeto que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo tiene a la memoria de uno de los escritores más célebres de la historia de Nicaragua.
El periodista agredido Hans Lawrence, de la plataforma Nicaragua Investiga, permanece bajo cuidados médicos debido a que padece de epilepsia y los golpes recibidos agravaron su condición médica. El reportero fue llevado a un hospital escupiendo sangre y aunque fue dado de alta horas después, le practicarán una tomografía para tener un diagnóstico exacto, desde que fue agredido no ha dejado de vomitar todo lo que come.
La periodista Jennifer Ortiz, directora de Nicaragua Investiga y editora de Lawrence, responsabilizó al régimen de Ortega-Murillo por el ataque y recordó en el programa Esta Noche que “nadie en el Frente Sandinista mueve un dedo sino es porque tienen orientación directa”. La turba, entre la que se encontraban trabajadores municipales y funcionarios del FSLN, son “los autores materiales, pero los autores intelectuales son de alto nivel”, destacó.
Otro periodista agredido fue el director de Boletín Ecológico, David Quintana, quien se está recuperando satisfactoriamente. Para él, el ataque hacia los medios de comunicación independiente obedece al mensaje de odio que diariamente repite la vicepresidenta Rosario Murillo. “Ella dijo “dejen de joder” y eso gritaban también ayer (martes) cuando me estaban golpeando”, subrayó.
Quintana también responsabilizó al régimen de las agresiones que ha sufrido en seis ocasiones durante los últimos dos años. “Ellos son responsables porque ellos han llamado a la violencia”, dijo.
Un robo descarado
Además de agredir a los periodistas, la turba sandinista robó los equipos de trabajo de los reporteros de Nicaragua Investiga, Boletín Ecológico, La Prensa, CNN y Reuters. En un video que circula en redes sociales se percibe cuando uno de los sujetos que golpeó a Lawrence va caminando con la mochila del reportero, mientras el periodista era llevado al hospital.
Ortiz calculó que las pérdidas de su medio de comunicación ascienden 1450 dólares, ya que el reportero llevaba en su mochila luces, micrófonos, trípodes, teléfonos celulares y hasta su billetera. “Para nosotros fue un golpe bastante fuerte porque somos un medio pequeño, independiente y eso era todo lo que teníamos”, enfatizó.
Mientras tanto, a Quintana le robaron su billetera y el teléfono celular mientras transmitía en vivo la agresión contra Lawrence y Leonor Álvarez del diario La Prensa. Después del asalto, la tarjeta de débito de Quintana fue usada en una gasolinera que está ubicada en el sector de Metrocentro. “Se gastaron los únicos cuatro dólares que andaba en la tarjeta”, comentó el reportero.
Los periodistas afectados descartaron la posibilidad de interponer la denuncia ante la Policía o el Ministerio Público, aseguran que hacerlo “pareciera en vano” y por otro lado, temen que la Policía intente allanar sus viviendas u oficinas bajo el pretexto de investigar. “La Policía actúa como las turbas, la Policía es eso que vimos ayer (martes) en la Catedral, para los periodista es una de las figuras más temibles”, enfatizó Ortiz.
“Mañana empiezo de nuevo”
Para el director del Boletín Ecológico el robo de su teléfono celular lo dejó “neutralizado”, porque ese es su principal instrumento de trabajo; sin embargo, aseguró que todavía es posible hacer periodismo independiente en Nicaragua y “mañana empiezo de nuevo”, dijo.
Quintana, quien no cuenta con un equipo de reporteros, valoró el surgimiento de nuevas plataformas digitales es una “oportunidad” para continuar informando. Para él, el principal desafío es “seguir funcionando” ya que cuenta con pocos ingresos económico y el robo de equipos es frecuente.
Para Ortiz “seguir existiendo es un reto cada día” y se aguanta las ganas de llorar al recordar las imágenes de Lawrence siendo pateado por la turba, “un periodista que trabaja para mí, que a veces no le puedo pagar a tiempo, tratando de seguir reportando bajo las condiciones tan mínimas que nosotros podemos darle”.
Tanto Quintana como Ortiz coinciden en que a pesar de las agresiones, la persecución y el asalto, continuarán haciendo periodismo “porque queremos contar la historia del país en primera persona, queremos ser testigos, queremos ayudar a gente que se informe, a que tome decisiones conscientes”, reflexionó Ortiz.
Bajo el riesgo de perder la vida
Los ataques contra la prensa independiente son cada vez más recurrentes en Nicaragua según la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, una organización que – desde abril de 2018 hasta febrero de 2020– ha registrado 2075 agresiones a reporteros, medidas administrativas arbitrarias, tortura, discurso estigmatizante, y limitación del acceso a la información.
Para la directora de Nicaragua Investiga “cada vez que nosotros (los periodistas) salimos a cubrir (reportar) estamos bajo el riesgo de perder la vida o perder a alguien que esté trabajando con nosotros”. Esta situación fue alertada a nivel nacional e internacional.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), específicamente la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, condenó “la violencia de civiles afines al Gobierno” durante la misa de cuerpo presente del poeta Cardenal y que observó que los hechos constituyen “un ataque a su memoria y a las libertades de reunión, religiosa y de expresión en Nicaragua”.
“Estamos en una situación difícil, pero lo seguimos haciendo esto porque estamos convencidos de que el periodismo puede cambiar el país”, subrayó Ortiz.
