13 de septiembre 2021
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En la víspera del bicentenario de la Independencia de Centroamérica, la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) instó a la sociedad nicaragüense a meditar sobre “las circunstancias históricas del presente”, y orar para que la nación tenga las “autoridades lúcidas, sabias y respetadas” que tanto requiere.
“Hoy necesitamos, más que nunca, autoridades lúcidas, sabias y respetadas que sepan conducirnos por caminos de amistad cívica, de diálogo tolerante y respetuoso, de búsqueda del bien común por sobre los intereses personales o partidistas y así encontrar sendas de justicia y paz social”, dice el mensaje de los obispos nicaragüenses.
En la actualidad “son muchos los conflictos sociales no satisfechos”, advierte la CEN. Temas como el de “los jubilados que no les alcanza para una vejez digna, los niños abandonados sin cariño y protección, los pueblos originarios marginados y excluidos de la sociedad, los migrantes y los privados de libertad por motivos políticos”.
Asimismo, los obispos recuerdan que la pandemia de la covid-19, que agobia a la humanidad en pleno siglo XXI, ha agudizado la crisis económica e institucional originada en 2018, lo que tiene al país sumido en “violencia, incertidumbre y angustia”.
“Nicaragua necesita reavivar la esperanza, un espíritu nuevo que dé vida a esos huesos secos que —en palabras del profeta— ya no sirven a la comunidad. Nicaragüenses propongámonos todos construir una sociedad con valores, que como hermanos de una misma patria, nos lleve a vivir un espíritu de fraternidad, libertad y paz”.
Desde mayo pasado el régimen de Daniel Ortega ha intensificado la persecución contra opositores y profesionales independientes, en ese periodo 36 personas han sido arrestadas y 35 ya fueron acusadas por los delitos de conspiración, lavado de dinero, portación ilegal de armas y divulgación de noticias falsas.
Obispos preocupados por la covid-19
El documento suscrito por la CEN señala que “la pandemia del coronavirus ha trastocado todas las dimensiones de la vida, trayéndonos dolor, angustias y sufrimientos a millones de seres humanos en el mundo y en Nicaragua” por lo que piden oraciones “por nuestros compatriotas y hermanos sacerdotes” fallecidos por esa enfermedad.
Mientras, monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, destacó en su reflexión de este domingo lo que padece la población nicaragüense con el embate de la pandemia. Mencionó que la enfermedad ha golpeado de una “forma insospechable, impensable, inimaginable, con el dolor y el sufrimiento de cienes de miles de contagiados que hay en nuestra patria; algunos sobrepoblando los hospitales, y otros tantos, padeciendo en el anonimato y en el silencio de sus hogares, y todos padeciendo también la soledad (…)”.
En agosto pasado, al menos cinco sacerdotes fallecieron por síntomas vinculados al coronavirus y otros nueve se contagiaron de dicha enfermedad.
Entre los religiosos fallecidos el mes pasado se encuentran: Julio César Melgar, de la Diócesis de Estelí; Uriel Sandi, párroco de la iglesia Inmaculada del barrio Altagracia, en Managua; Julio de los Santos Dávila, sacerdote de la parroquia de Monte Tabor, en Managua; Francisco Valdivia Lazo, presbítero de la parroquia San Juan Bosco y director de Cáritas en el norte de Nicaragua; y Dámaso Suazo, vicario de la parroquia San Juan Bautista, en Muy Muy, Matagalpa.
Desde marzo de 2020, que inició la pandemia, hasta agosto pasado, se ha conocido públicamente el deceso de al menos 15 religiosos de la Iglesia católica que presentaban síntomas asociados a la covid-19.
