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Máxima letalidad: en Nicaragua fallece 29 por ciento de contagiados de covid-19

El índice de letalidad de covid-19 se eleva a 40% con otros dos fallecidos que el Gobierno aún oculta, sobrepasando a todos los países de Latinoamérica

Prueba de covid-19- // Foto: Agencias

Redacción Confidencial

2 de mayo 2020

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En Nicaragua, la covid-19 causada por el nuevo coronavirus es más letal que en cualquier otro país de Centroamérica, según los datos oficiales del Ministerio de Salud (Minsa), que han sido cuestionados por epidemiólogos independientes, debido a la escasez de pruebas realizadas y la falta de transparencia. A mes y medio desde la confirmación del primer caso positivo de covid-19 en Nicaragua (el pasado 18 de marzo), las autoridades han reportado la menor cantidad de casos positivos en la región, pero el registro de fallecidos coloca al país con la mayor letalidad de covid-19: un 28.57% de los casos, que se eleva hasta un 40% con los dos fallecidos verificados por familiares y fuentes médicas, que el Gobierno no reconoce.

Hasta este primero de mayo, el Minsa mantiene un acumulado de 14 casos positivos, con cuatro muertos. Sin embargo, la información verificada por CONFIDENCIAL es que son al menos 15 casos positivos, con seis de ellos fallecidos, de los cuales el Gobierno oculta dos: un despachador de vuelos, reportado en el Hospital Monte España, de Managua; y un hombre de 70 años, fallecido en su casa de Estelí. Ambos reportados este miércoles 29 de abril.


Así, aun con las cifras oficiales, Nicaragua se ubica en Centroamérica en la cola del número de contagios, pero a la cabeza de la letalidad de covid-19.

El impacto de la covid-19 en Centroamérica

El primer caso positivo de covid-19 se reportó en Centroamérica el seis de marzo, en Costa Rica. Fue una turista estadounidense que llegó al país el primero de ese mes. Para el 23 de marzo, el virus ya estaba confirmado en toda la región y nueve personas habían fallecido por la pandemia.

Pronta a cumplir dos meses desde la confirmación del primer caso de covid-19, la región supera los 9000 casos positivos, con más de 300 fallecidos, según el registro del Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres en Centroamérica, de la Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana (Cepredenac).

¿Por qué Nicaragua registra menos casos, a pesar de que es el único país de la región que ha adoptado menos medidas de prevención, promoviendo incluso las aglomeraciones, y rechazando la campaña #QuedateEnCasa para evitar los contagios? Especialistas en Salud afirman que la clave está en cómo las autoridades llevan el registro de los casos positivos.

"Hay pocos casos porque hay pocas muestras que se están procesando”, afirma el experto en Infectología Carlos Quant. Un protocolo oficial reveló que el Minsa autorizó la realización de únicamente cincuenta pruebas diarias, sin que a la fecha se indique exactamente cuántas pruebas se han realizado, y cuáles son sus resultados. “A lo mejor se ha multiplicado la cantidad de muestras, pero todavía es insuficiente para saber cuál es el estado de la epidemia”, agrega el médico.

CONFIDENCIAL construyó una base de datos con la información diaria que publica el Cepredenac —basado en las actualizaciones de los sistemas de salud de la región—, para analizar el comportamiento del nuevo coronavirus en Centroamérica.

La curva de los contagios

Cuatro días después desde que se registró el primer caso de coronavirus en Centroamérica, el número de contagios ascendió a 14, 13 de Costa Rica y uno de Panamá. Al siguiente día de ese conteo, se sumó Honduras, elevando los casos a 38. Guatemala llegó a la lista el 13 de marzo, cuando ya había un total regional de 63 casos positivos de covid-19.

Los últimos países en unirse a las estadísticas fueron Nicaragua, El Salvador y Belice. Con medidas de prevención totalmente diferentes, Nicaragua y El Salvador reportaron su primer caso el mismo día, 18 de marzo, con una diferencia de menos de una hora. Mientras en Nicaragua el primer caso ingresó por el Aeropuerto Internacional procedente de Panamá, en El Salvador fue detectado en un ciudadano que ingresó al país por un punto ciego, debido al cierre total de sus fronteras y una estricta cuarentena decretada semanas antes.

Para cuando Belice confirmó su primer caso, las cifras de covid-19 en la región ascendían a 561 casos positivos.

El comportamiento del virus y la letalidad

De los siete países centroamericanos, Panamá es el que más casos suma, Costa Rica el que tiene el menor porcentaje de letalidad y Nicaragua el que menos casos ha registrado, pero donde el virus muestra mayor letalidad.

El comportamiento del nuevo coronavirus en estos países tiene varias explicaciones, según los especialistas locales. En Panamá, por ejemplo, el número de infectados aumentó debido a su tráfico como puente de conexión internacional, por la vía aérea y marítima, y por la actuación tardía de su Gobierno, que ordenó la suspensión de los vuelos e impuso cuarentena obligatoria hasta la tercera semana después del primer contagio.

En cambio, las autoridades costarricenses iniciaron pronto con las medidas preventivas, la aplicación de pruebas masivas, el cierre de fronteras, la preparación de la atención, y actualmente están uniendo esfuerzos para desarrollar un tratamiento, usando el plasma de los pacientes recuperados.

¿Son confiables los datos de Nicaragua?

Aunque Nicaragua es el país con menos contagios, los datos que ofrece el Minsa no son coherentes con las acciones estatales, y se ha criticado el hermetismo con que han tratado la propagación de la pandemia.

En Nicaragua, la información oficial está centralizada por el Gobierno, que decide qué datos compartir, cómo decirlos y ante quién. Las autoridades del Minsa no brindan declaraciones a los medios independientes ni permiten el acceso a las conferencias de prensa exclusivas para medios oficialistas. Tampoco brindan información sobre las pruebas realizadas.

“Hay un problema de transparencia informativa. La mayoría de los países están dando la información y es extraño que aquí todavía se mantenga ese secretismo”, critica el doctor Carlos Quant.

Solo en los primeros cinco casos se explicó en qué países se habían contagiado los casos registrados y con el pasar de los días los comunicados del Minsa se volvieron más escuetos y confusos.

Desde el cinco de abril, cuando se confirmó el sexto caso, el Gobierno no da información sobre el vínculo de los contagios, en qué hospitales han sido atendidos los casos activos, de qué departamentos son, ni tampoco cuál es el número de pruebas realizadas para confirmar o descartar la covid-19.

El epidemiólogo Rafael Amador advierte que “la información que está reportando el Ministerio de Salud no da elementos de juicio para hacer un análisis serio”. Además, explica que cada sociedad tiene su propia dinámica y que el nivel de contagio depende de las medidas de prevención y la cantidad de pruebas que se hagan. “Si solamente se le hacen a casos con síntomas (graves) se tendrá un subregistro”, alerta.

El Gobierno ha recibido donaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) que incluyen 26 000 kits de pruebas. Sin embargo, no ha informado sobre su uso. En el resto de Centroamérica, la realización de pruebas está marcando la diferencia.

Más de 57 000 pruebas en la región

En un contexto epidemiológico como el actual, la aplicación de pruebas es clave para entender el comportamiento del virus. Como explican los especialistas, si estas se limitan a los casos sospechosos, a aquellos con síntomas graves, o a quienes han estado en un país con un foco de infección —tal como ocurre en Nicaragua— las cifras de contagios se ralentizarán, provocando una ceguera epidemiológica con graves consecuencias.

El epidemiólogo Álvaro Ramírez aseguró en una entrevista en el programa Esta Noche, a principios de abril, que “todos los países de la región han mostrado un crecimiento progresivo y ahora están empezando con crecimientos exponenciales. Incluido Nicaragua”. El especialista advierte que no investigar “es ceguera epidemiológica”, pues es “no buscar para no encontrar”. A su juicio, “mientras no muestren las evidencias cuantificadas, los números de cuántas pruebas se han hecho, de cómo se han hecho, qué tipo de test están utilizando, no se puede afirmar que no hay transmisión comunitaria”, un estado de la pandemia que el Gobierno ha negado a lo largo de mes y medio desde la confirmación del primer contagio.

Entre el 18 de marzo y el 21 de abril, en Centroamérica se han realizado más de 57 600 test. El Salvador, por ejemplo —que reportó su primer caso positivo minutos después que Nicaragua—, ha realizado más de 13 300 pruebas en ese período. Sin embargo, de Nicaragua se desconoce el dato.

“Andaba como, más o menos unas 200, ciento y pico, no te podría decir en este momento”, titubeó el secretario general del Minsa, Carlos Sáenz, en entrevista con el Canal 10, en la única ocasión que una autoridad del Minsa se ha referido públicamente al tema.

¿Más probabilidades de morir por covid-19?

Según los datos oficiales de cada país, Nicaragua tiene el porcentaje de letalidad más alto por covid-19, con un 28.57%. Le siguen Belice, con 11% y Honduras, con un 9%. Mientras, los índices más bajos los reportan Guatemala (3.1%), Panamá (2.8%), El Salvador (2.4%) y Costa Rica (0.8%).

Los médicos explican, sin embargo, que el índice de letalidad tiene una relación estrecha con la poca cantidad de datos reportados, pues ocurre similar en países que no realizan suficientes pruebas para confirmar o descartar casos.

“Cualquier dato que se saque de la letalidad con los datos del Ministerio de Salud no son un referente real”, afirma el epidemiólogo Rafael Amador. Para el especialista, “lo único que debería sorprender es que tenemos la tasa más alta, pero es producto de un subregistro”.

Igual ocurre con los datos de recuperados, con los que Nicaragua también se ubica entre los primeros países de la región, de acuerdo con las cifras oficiales.

“Las recuperaciones son muy variables, van a depender del tiempo de la hospitalización”, explica el doctor Quant. En Nicaragua, las hospitalizaciones por covid-19 han durado entre seis y trece días, según se calcula a partir de los comunicados oficiales.

Quant explica que la complicación está en aquellos pacientes que necesiten ingresar a Cuidados Intensivos, y puedan necesitar de dos a tres semanas internos. Un escenario complejo en un país con menos de 6000 camas hospitalarias y unos 160 ventiladores, que estarían ocupados en un 80% por pacientes con otras patologías, aunque el Gobierno sostiene que tiene suficientes condiciones y destaca el modelo de salud “pública y comunitaria”.

En entrevista en el programa Esta Semana, el salubrista Carlos Hernández sostuvo que la proyección es que la pandemia comience su pico en la segunda semana de mayo, pese a la falta de datos oficiales. Los próximos días pondrán a prueba el discurso oficial ante la pandemia.

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Redacción Confidencial

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