30 de junio 2021
AA
Familiares de los más de 40 presos políticos que mantienen “acciones de rebeldía” dentro del Sistema Penitenciario Nacional Jorge Navarro, conocido como La Modelo, denunciaron que sus parientes comienzan a sufrir una “intensificación del acoso” dirigido por funcionarios del penal, en represalia por la “resistencia pacífica” que sostienen desde hace un mes en demanda de su “libertad inmediata”.
Las acciones de resistencia consisten en dejar de firmar documentos extendidos por las autoridades, no asistir a las revisiones médicas, rechazar “la chupeta” (comida facilitada por el penal) y no permitir que funcionarios les tomen fotografías.
Brenda Gutiérrez, representante del Comité Pro Liberación de Presos Políticos, que aglutina a parientes de 65 de más de 120 reos políticos, dijo que los funcionarios de La Modelo “tienen bajo amenazas” a los reos de conciencia, y “con engaños los sacan de celdas y toman fotografías”.
Ruth Martínez Ortiz, hermana del preso político Norlan Cárdenas Ortiz, señaló que, tras visitar a su pariente el pasado 22 de junio, conoció que los funcionarios han empezado a presionar más para que los presos políticos se dejen hacer fotografías.
Funcionarios del Penal acosan por tener una fotografía
“En el caso de mi hermano los funcionarios han llegado a la celda de él, quitan el candado, pero los presos amarran por dentro y se les hace más difícil, y han tratado de sacar a mi hermano para fotografiarlo e intentan convencerlo para que desista de hacer esas acciones de no ir a traer la chupeta o no ir a las revisiones médicas”, denunció.
Martínez valoró que la insistencia de los funcionarios del penal por obtener una fotografía se debe a que “quieren tener una especie de prueba para andar diciendo que ellos (los presos políticos) están bien, pero nuestros familiares solo estarán bien cuando los dejen en libertad”.
Agregó que ha conversado con familiares de otros presos políticos que se mantienen en resistencia y le han dicho que a sus parientes los han amenazado con llevarlos a la 300, celda de máxima seguridad, en caso que “no colaboren” dejándose tomar las fotografías o si no salen a recibir la comida y la asistencia médica.
Martínez explicó que como parientes también “aportan su granito de arena a la resistencia”, ya que se niegan a firmar actas —extendidas por el penal— donde les obligan a aceptar que sus parientes están en buenas condiciones y que ellos tienen un excelente trato a la hora de las visitas.
“Nosotros como familia no hemos firmado en las visitas de este mes. Nos tocó visita el 09 y el 22 de junio y en ninguna de las dos firmamos, porque es nuestra manera de apoyarlos y decir que nosotros también estamos exigiendo su libertad inmediata”, afirmó.
Relató que este tipo de acciones les ha provocado ser víctimas de malos tratos a la hora de ingresar a La Modelo, a través de permisos tardíos de ingreso, largas filas o la reducción en la cantidad de alimentos que pueden ingresar.
