2 de noviembre 2021
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El jueves 21 de octubre, el presidente y el vicepresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), Michael Healy y Álvaro Vargas respectivamente, fueron citados por la Fiscalía, y detenidos poco después, lo que desató una extensa e intensa cadena de declaraciones de condena, emitidas por cámaras empresariales de todo el continente.
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La expresidenta de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), Lucy Valenti, también fue citada por la Fiscalía en esos días, y decidió ponerse en resguardo para evitar una posible detención arbitraria, confirmó a CONFIDENCIAL una fuente del sector, que pidió mantenerse en el anonimato.
Casi una semana después, el 27 de octubre, la Cámara informaba por medio de un escueto comunicado, que Valenti había presentado su renuncia, y que, con base en sus estatutos vigentes, el vicepresidente Carlos W. Schütze, asumía la presidencia para el resto del período 2020 - 2022.
Por más de una década, Lucy Valenti fue el rostro de ese gremio en el país, al desempeñar la presidencia de Canatur entre 2006 y 2011 (tres periodos consecutivos de dos años cada uno), y de 2016 al 2021.
Las fuentes que hablaron con CONFIDENCIAL no tienen certeza de las razones por las que renunció Valenti, pero todos suponen que ella pensó que si el régimen no había tenido empacho en arrestar sin causa a Vargas y Healy, tampoco la tendría para encerrarla a ella, que los ha criticado abiertamente.
Valenti se fue para que no la agarraran
“No tengo la menor idea de por qué renunció”, relató el presidente del Capítulo de Canatur en San Juan del Sur, Eduardo Holmann. “Me comuniqué con ella cuando renunció, para expresarle mi solidaridad, pero no le pregunté por qué renunciaba. Imagino que fue porque la andaban siguiendo. Cuando agarraron a Álvaro y a Mike, decían que la andaban buscando a ella también”, añadió.
Arturo Cano, coordinador de los presidentes de capítulos de la Cámara, dijo que en general, el gremio había decidido no referirse a la renuncia de Valenti, por considerar que todo estaba muy reciente, y parece prudente dejar correr los días.
Una experta en temas de turismo que conoció a la expresidenta, apoyó la tesis de Holmann, al decir que “imagino lo mismo que todos: que ella pensó ‘si los echaron presos a ellos, pueden venir por mí’, y más cuando Grigsby dijo que ella abastecía los tranques de Rivas, así que supongo que decidió irse antes de que tomaran acciones en su contra”.
“Yo perdí el contacto con ella el jueves pasado, cuando capturaron a Healy y Vargas. Ella me dijo que estaba bien, hasta que vi que había renunciado, pero no me comentó nada en absoluto”, relató la experta.
“Lucy siempre tuvo buenas ideas, como la Feria Internacional de Turismo, o el Premio Nacional Güegüense a la Excelencia Turística, que era una herramienta para que el empresario evaluara su desarrollo en el día a día, de cara a buscar una certificación. Muchos de los que lo ganaron, después obtuvieron el Rainforest Alliance, que es un sello de calidad reconocido en Estados Unidos”, detalló.
“Ella tiene una capacidad increíble de relaciones interpersonales e internacionales”, añadió.
Para Holmann, el gremio perdió con la renuncia de Lucy Valenti, porque “ella es una lideresa incansable y cohesionadora, que no tomaba partido por nadie. Es artífice de que existan capítulos territoriales de Canatur. Ha sido coherente con lo que piensa, defendiendo siempre los intereses empresariales”.
Señala que bajo su dirección, la Cámara nunca se involucró en política, porque “en los capítulos hay de todo: sandinistas y no sandinistas, pero todos estamos conscientes de los problemas que agobian al gremio, y es lo que hemos tratado de defender, sin éxito, porque no nos ha escuchado ni el Gobierno, ni las estructuras del Cosep”.
A futuro, Cano entiende que “todos tenemos que seguir luchando por el turismo en Nicaragua. Estamos en un momento en que esto acaba de suceder, así que es difícil definir lo que va a pasar”.
