24 de abril 2016
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El representante de la Asociación Nacional de Arroceros (ANAR), Ulises Espinoza, aceptó que los productores de arroz utilizan las fuentes hídricas superficiales sin necesidad de una autorización ni pago de impuestos. Espinoza confirmó que “los mecanismos de riego (sistemas de bombeos eléctricos que llevan el agua de los ríos a los campos de cultivos) siempre han existido” y que no pagan “ni un córdoba” por la extracción de agua subterránea a ninguna institución.
De esta manera Espinoza contradice lo expresado por Michael Healey Lacayo, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic). Este último dijo que los agricultores pagaban un impuesto a las alcaldías.
“No, no pagamos nada, a nadie”, aseguró Espinoza, quien agregó que la culpa de que se sequen los ríos que usan para el riego es del cambio climático y el despale en las zonas altas de Nicaragua, no así de los arroceros. “Se nos juntó una sequía de tres años. Nosotros vamos a reforestar, estamos planeando reforestar las cuencas”, mencionó Espinoza.
El presidente de ANAR no contestó sobre la capacidad de riego que tienen los reservorios de aguas que mostraron en una gira de medios a la que Confidencial no fue invitado. “No tengo el dato exacto en este momento, pero en esa finca que se grabó, sí hay agua. Estamos en eso, invirtiendo en tecnología”, mencionó.
Espinoza dijo desconocer lo que hacen los arroceros de Malacatoya (dragar agua del lago hacia el río), pero intuyó que es una forma apurada de sacar la producción de arroz.
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Al ser consultado sobre la instalación de enormes tuberías para llevar el agua del río Malacatoya a los arrozales, José Adán Aguerri, presidente del Cosep, dijo que “es un tema del sector productivo y que no era especialista en el tema. Sería atrevido de mi parte darte respuesta sobre un tema del que no soy especialista”, declaró el representante de la Empresa Privada.
En un especial de tres entregas, Confidencial mostró la situación que viven varias comunidades por la crisis del agua y la manera en que los mantos acuíferos, como el de Malacatoya, Granada, y El Timal, en Tipitapa, son afectados por pozos subterráneos y enormes bombas que halan agua hacia los campos de cultivo de arroz.
En la publicación de Confidencial Michael Healy Lacayo, presidente de la Unión de Productores Agropecuarios de Nicaragua (Upanic), a la que pertenece la Asociación Nacional de Arroceros (ANAR), aceptó que las tuberías con bombas para extraer el agua del río Malacatoya siempre han existido y que el gobierno lo sabe, además afirmó que los productores no necesitaban de ninguna autorización para aprovechar las fuentes hídricas.
Carlos Herrera | Confidencial
Medidas del gobierno insuficientes
La campaña “Yo adopto un árbol”, la conformación de una Comisión Nacional Forestal y el decreto presidencial de frenar el corte de pino en Nueva Segovia, son las primeras acciones del gobierno del presidente Daniel Ortega para solucionar la crisis de agua en el país, pero los expertos consideran que aún no es suficiente.
Aunque las instituciones del Estado como la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y la empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal), aceptaron que existe una crisis de agua en el país, todavía no se pronuncian sobre los efectos causados en las cuencas superficiales y subterráneas, cuyo mayor daño ocurre por el uso irracional del recurso hídrico realizado en la agricultura no sostenible y la ganadería extensiva.
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Confidencial insistió en una solicitud de entrevista con Luis Ángel Montenegro Padilla, director del ANA, para hablar sobre este tema, no obstante, hasta la fecha de cierre de esta edición no hubo respuesta alguna.
Sin embargo, en una entrevista con Aguasán Regional –el programa de la cooperación Suiza que trabaja con augua y saneamiento–, Montenegro Padilla afirmó que todavía no existe un plan nacional de recursos hídricos y que se necesitarían 30 años de datos y no los seis que tiene la Autoridad Nacional del Agua desde su creación. “Todos estamos trabajando en pro de elaborar el plan nacional, que es coordinado por Enacal y supervisado por Rosario Murillo”, dijo Montenegro Padilla.
El director de ANA manifestó que la situación que vive el país no debe ser una sorpresa, pues se han depredado los recursos forestales, se ha abusado de las extracciones del agua y la sequía acrecentó el problema. “Estamos en etapa de análisis y reflexión”, finalizó Montenegro Padilla.
