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Antimotines buscaban a “golpistas” y “barrieron” estudio de Esta Semana y Confidencial

Sin ninguna orden judicial, Policía secuestró computadoras, cámaras y equipos de edición de televisión, y se llevaron decenas de cajas con documentos

Los periodistas en Nicaragua siguen desafiando las restricciones del poder con el objetivo de informar

Confidencial Digital

21 de mayo 2021

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Los gritos y el forcejeo de un grupo de policías para tratar de abrir por la fuerza una puerta de cristal fue el inicio del segundo allanamiento ilegal y saqueo de los equipos de los estudios de CONFIDENCIAL y Esta Semana, la mañana de este jueves 20 de mayo. Sin ninguna orden judicial, una docena de antimotines ingresaron al inmueble, luego que el productor audiovisual y camarógrafo de ambos programas independientes, Leonel Gutiérrez, les abriera la puerta para evitar que la destruyeran.

Gutiérrez y una trabajadora de limpieza del centro corporativo Invercasa --donde provisionalmente se encontraban los estudios-- eran las únicas personas en el pequeño espacio. Asustados, ambos, intentaron saber qué pasaba; la respuesta fue que “allanaban” las oficinas de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, una organización no gubernamental que cerró operaciones el seis de febrero, cuya oficina estaba ubicada en la Plaza San José en el Kilómetro 7 1/2 de Carretera Sur.


“¿Dónde está Walter?”, gritaba un Policía, aludiendo a Walter Gómez Silva, administrador de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, a la que el Ministerio de Gobernación ordenó investigar por supuestas inconsistencias que afirman se trata de "lavado de dinero". La Fundación, sin embargo, no tiene ningún tipo de relación con los medios de comunicación independientes CONFIDENCIAL y Esta Semana.

“Aquí es donde se reúnen y trabajan los golpistas”, dijo otro oficial de la Policía que buscaba al periodista Carlos Fernando Chamorro, director de CONFIDENCIAL.

A la joven trabajadora,  los antimotines le ordenaron que se quedara para interrogarla. “Acá el que manda es el investigador, vos no te podés ir”, le advirtieron. Le preguntaron: qué actividades realizaban en la oficina; cuántas personas trabajaban en el local; quiénes llegaban a reunirse y a brindar entrevistas, cuál era el nombre del jefe de la empresa. A todas, ella --aterrada y casi al borde del llanto-- respondió que solo “llegaba a limpiar”.

En las afueras, la Policía Nacional montó un copioso dispositivo: una decena de patrullas y casi un centenar de agentes antimotines, dentro y fuera de Invercasa.  Unas escaleras --que dan el único acceso al local-- eran custodiadas por seis oficiales armados, que no permitían el ingreso de otra persona que no estuviera identificada como policía.

Evitan a la fuerza la cobertura del allanamiento ilegal

El despliegue policial rompió la rutina diaria del complejo de oficinas. A los que trataban de tomar fotografías o videos con sus teléfonos móviles eran advertidos, por los trabajadores de seguridad de Invercasa, que desistieran porque serían retenidos por los policías, ya fuera por los uniformados o por agentes vestidos de civil. Un grupo de periodistas de medios nacionales y agencias extranjeras fueron agredidos por agentes; el camarógrafo de la Agencia France Press, Luis Sequeira, fue retenido y liberado minutos más tarde.

Mientras en el exterior los policías evitaron con violencia que se documentara el allanamiento a los medios de comunicación, en el interior, los oficiales se prepararon para llevarse, sin ninguna base legal, los equipos y documentos de la oficina. Para el secuestro utilizaron las patrullas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), que trasladaron computadoras y todos los equipos del estudio de televisión: cámaras de grabación, con sus trípodes y luces, el switcher y control master, editoras de televisión, y decenas de cajas con documentos institucionales y personales de los periodistas. 

El segundo allanamiento contra Esta Semana y Confidencial

“Esta es la segunda vez que la dictadura lanza un ataque frontal contra este medio de comunicación, que fue asaltado ilegalmente la madrugada del 13 de diciembre de 2018, entonces, nos robaron todo”, denunció Carlos Fernando Chamorro, también director de CONFIDENCIAL, un medio fundado hace  25 años y que desde 2007 ha investigado y denunciado la corrupción, los abusos de poder y las arbitrariedades del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. 

En diciembre de 2018, la redacción de CONFIDENCIAL, Esta Semana, Esta Noche y la Revista Niú, ubicada en Planes de Altamira, fue asaltada y ocupada por la Policía orteguista durante más de dos años. En febrero de este año, se consumó una confiscación ilegal, que está prohibida por la Constitución, y el régimen asignó la propiedad al Ministerio de Salud que inauguró una Casa Materna con los rótulos de propaganda de Ortega y Murillo.

Este jueves el segundo allanamiento ilegal contra CONFIDENCIAL, coincidió con una investigación que el Ministerio de Gobernación y el Ministerio Público anunció contra la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, por presunto “lavado de dinero”.

“Esta condenable investigación contra la Fundación es otro acto de criminalización contra la sociedad civil, cuyo objetivo es despojar de sus derechos políticos a mi hermana Cristiana Chamorro e inhibirla en su condición de precandidata presidencial de la oposición”, denunció Carlos Fernando Chamorro.

Allanamiento de los estudios de Esta Semana y Esta Noche. Foto: Nayira Valenzuela | Confidencial

Chamorro alertó sobre la intención del régimen de intentar justificar el allanamiento contra Confidencial utilizando como pretexto la investigación contra la Fundación. “Quiero aclarar, en caso de que se quiera establecer un vínculo con el asalto policial a CONFIDENCIAL, que no existe ningún vínculo o relación entre la Fundación y los medios  CONFIDENCIAL y Esta Semana”, señaló el periodista.

“Yo no pertenezco a la  junta directiva de la Fundación y los medios que dirijo no han recibido donaciones de programas y proyectos de esta Fundación, que ahora pretenden criminalizar para perseguir a más medios de comunicación independientes”, precisó.

“No nos van a callar, pueden robarse otras cámaras de televisión, otros accesorios, pueden ocupar la oficina donde hacíamos una parte de nuestra producciones audiovisual, pero vamos a seguir informando, no van a callar a nuestros periodistas, nunca van a confiscar el periodismo”, sentenció Chamorro.

Querían llevarse hasta los escritorios

En esta nueva confiscación, los oficiales “barrieron” con todo lo hallado en los estudios. Desde computadoras, cámaras de video, documentos varios, libros, alcohol gel, mascarillas, hasta artículos personales de los periodistas, fueron secuestrados por la Policía Nacional.

“Vaciaron la oficina”, dijo el camarógrafo Leonel Guitérrez, tras ser liberado después de más de siete horas retenido por la Policía Nacional, que lo obligó a firmar un documento donde “no puede hablar”.

 “O lo firmás, o quedás preso”, lo amenazaron.

Mientras tanto, las oficinas saqueadas de Invercasa donde estaba el estudio de grabación de Esta Semana y CONFIDENCIAL permanecen custodiadas por tres policías armados que no permiten ingresar a nadie.

“Quieren cerrar por segunda vez CONFIDENCIAL, pero ya están fracasando, porque nunca van a callar el periodismo. La redacción de CONFIDENCIAL no está en nuestro medio confiscado y tampoco está en la oficina que allanaron hoy, sino en el compromiso de nuestros periodistas con la verdad”, señaló el director de CONFIDENCIAL.


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Confidencial es un diario digital nicaragüense, de formato multimedia, fundado por Carlos F. Chamorro en junio de 1996.

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