PUBLICIDAD 1M

Prioridad nacional: bajar tarifa de energía

El efecto perverso de la caída del petróleo: gobierno frena proyectos de energía renovable que están en la tubería del MEM

En cuatro años

13 de enero 2016

AA
Share

Los miembros de la recién creada Cámara de Energía de Nicaragua esperan reunirse con el Gabinete de Energía en las próximas dos semanas, para presentarle al gobierno un posible ‘Plan B’ por si no se construye Tumarín, pero también, para proponer qué hacer con los US$130.2 millones que el país ahorró en el 2015, ante la caída de los precios de los combustibles, especialmente del búnker para generar electricidad.

Se esperaba que el precio promedio del barril de búnker fuera de US$95 en el 2015. En vez de eso, osciló entre US$23.1 (diciembre), y US$52.4 (mayo), con un promedio anual de US$40.8, lo que implicó un ahorro promedio mensual de US$54.2 por cada uno de los 200,000 barriles de ese carburante que se quemó cada mes del año pasado, para generar electricidad.


Ya que hay US$130.2 millones disponibles, César Zamora, Presidente de la Cámara de Energía, considera que es urgente y estratégico aplicar parte de esos recursos para disminuir el costo del recibo de electricidad que pagan los consumidores.

“2016 inició con un mundo altamente convulsionado, donde Corea del Norte hace una prueba nuclear, cae la bolsa en China. En ese contexto, yo veo dos temas que son importantes, que tenemos que resolver en el primer trimestre si queremos ‘blindar’ la economía familiar”, señaló.
El primero de ellos es la tarifa, siendo que “los números muestran que hay espacio para reducirla, y mejorar la capacidad de compra de las familias”, explicó.

El otro reto es “definir el salario mínimo a través de un acuerdo tripartito. Ambos temas deberían resolverse en el primer trimestre, para que sea un buen comienzo de año para el país, y dé certidumbre al consumidor, los trabajadores y los empresarios, al mostrar hacia dónde vamos económicamente”.

En el caso de la rebaja, Zamora opina que “debería ser para todos. Se está trabajando para lograr una reducción que cubra a todos. Ese es el planteamiento del sector privado, pero la decisión final la toma el gobierno”, admite.

Bajar 12%

Por Ley, el 47% de los US$130.2 millones ahorrados en 2015, debe usarse para bajar la tarifa, lo que “podría representar ahorros del 11% al 12%”, asegura Mario Montenegro, Secretario de la Cámara, en declaración al segmento ‘Cuentas Claras’ del programa de TV ‘Esta Noche’, que se transmite por Canal 12.

“Nicaragua ahorró el año pasado US$130.2 millones, que están en caja. El país tiene capacidad para reducir el costo de la tarifa este año. Queremos hacerlo, revisar números con el ente regulador, para generar una propuesta seria”, dijo Zamora. “Aún no tenemos un rango o porcentaje. Primero tenemos que cotejar los números con las autoridades”, insistió.

Según esa misma Ley, el 53% restante debe usarse para abonar a la deuda con Caruna, que era de US$198.6 millones al cierre del 2013, y que en dos años podría haberse reducido en US$38.8 millones, luego que se le abonaran US$7.1 millones en el 2014, y unos US$31.7 millones en el 2015, según datos oficiales del Instituto Nicaragüense de Energía (INE).

“Estamos de acuerdo en que hay que pagar esa deuda. Hay que abonar la mayor cantidad posible, pero de la otra parte, de la que está supuesta a usarse para financiar proyectos sociales, nos parece que sería mejor usarla para reducir pérdidas”, propuso Zamora.

Aunque las pérdidas técnicas son un elemento ‘natural’ dentro de cualquier sistema de distribución de electricidad, el 21% de la energía generada que se pierde en Nicaragua, supera con creces al promedio centroamericano, que es de 9%.

Zamora detalló que la tarifa le reconoce un 15% de esas pérdidas técnicas a Disnorte-Dissur, pero que la empresa distribuidora tiene que asumir la diferencia. Ese 6% representó unos US$50 millones en el pasado, y bajó hasta US$25 millones en el 2015, a causa del desplome de los precios internacionales de los hidrocarburos.

El ‘Plan B’

La reunión con las autoridades gubernamentales también debería servir para planear qué hacer en un mundo sin Tumarín. El proyecto cumplirá 8 años de atraso en mayo, y podría no llegar a ejecutarse, ante la inestabilidad política que vive Brasil luego del destape de casos de corrupción que salpican a altos ejecutivos de las empresas que poseen el 90% de las acciones del proyecto.

Zamora detalla que ellos presentarán al gobierno un paquete de proyectos por US$300 millones para generar US$250 megavatios, los que podrían estar disponibles de forma escalonada dentro de 18, 24, 36 y 48 meses.

Clave para la ejecución de estos proyectos es lo que ocurra con Tumarín este año. Si la obra de capital brasileño finalmente entra a su fase de construcción, ese paquete de proyectos no tiene mayor sentido, porque “Tumarín va a copar la demanda”, dijo Zamora.

“Los proyectos a presentar disponen de estudios de factibilidad muy serios, hechos por empresas que ya están operando en Nicaragua, que tienen el financiamiento para hacerlos, los pueden ejecutar en 18, 24, 36 y 48 meses, y podrían generar la misma cantidad de energía [que Tumarín], e incluso un poco más, por una cuarta parte del precio”, explicó.

Zamora asegura que el precio de esa energía sería mucho más competitivo que Tumarín, aunque no necesariamente a un cuarto del precio del citado proyecto hidroeléctrico, porque “todos sin intensos en capital”.

Se trata de generación hidroeléctrica, eólica, geotérmica, biomasa y hasta térmica, fuente que es importante para darle estabilidad y potencia al sistema.

El ejecutivo niega que presentar esos proyectos pretenda poner presión adicional a Tumarín, porque “nuestro objetivo no es presionar a Tumarín, sino pensar bien en el ‘Plan B’, y que éste represente una opción que sea financiable, ejecutable, y de paso, que disminuya la tarifa que paga el consumidor”.

“El atraso de Tumarín le ha puesto un freno al desarrollo del sector, porque es un proyecto de 260 megavatios que se ‘come’ toda la demanda. Nadie más puede entrar. La distribuidora no tiene capacidad de firmar un nuevo contrato por un kilovatio hora”.

El administrador dice que el país tiene una salida adicional para la electricidad extra que se genere, o se esté en capacidad de generar: exportarla.

“Nicaragua, por estar en el centro de la demanda, tiene una posición privilegiada de poder poner plantas para abastecer al mercado nacional, y para exportar, porque existe una demanda internacional. Todos los días. Hay momentos en los que Nicaragua incluso puede importar, aun teniendo suficiente energía de reserva, porque el tema aquí es el precio. El precio es lo importante”, enfatizó.

“Tenemos recursos naturales (como fuente para generar energía) que son competitivos en la región”, añadió.

Bunker vs. energía renovable

El descenso continuado de los precios internacionales del petróleo, ha generado una paradoja ambientalmente perversa: en este momento es más barato generar con el altamente contaminante búnker, que con las más inocuas plantas eólicas, hídricas, o geotérmicas.

Zamora, que también es Gerente de País de IC Power, recuerda que “yo tengo una planta de generación térmica que está vendiendo la energía a 6 centavos de dólar, y tengo una planta eólica que vende a 9 centavos. En este momento, la energía más cara que entra al sistema proviene de un ingenio, a 12 centavos. El promedio es de 11 centavos, pero eran 18 centavos hace un año. Hay una reducción de casi 40%. Es dramático”, detalló.

“Porque el búnker te dé para generar a 6, 7 u 8 centavos, no podés crecer solo en búnker. ¡Es absurdo! Tenemos energía renovable muy competitiva a 9, 10, 11 centavos, que es por donde deberían estar los precios. Hay que buscar las eficiencias para reducir las pérdidas, porque eso le suma a la tarifa un centavo y medio por kilovatio hora. El precio promedio de la distribuidora anda en 18 centavos, pero podría estar en 16”, aseguró.

El misterio de Disnorte Dissur

Integrar la Cámara de Energía de Nicaragua fue un proceso que requirió 12 años de esfuerzos, especialmente para satisfacer los continuos requerimientos que impuso la Asamblea Nacional. Pero lo lograron. El miércoles pasado, las 11 empresas que la constituyen se convirtieron en el miembro número 23 del Cosep.

La expectativa es que lleguen a ser 15 miembros en las próximas dos semanas, y aunque son una entidad abierta, hay algunos socios potenciales que quizás nunca lleguen a serlo.

Uno de ellos es Albanisa, la empresa binacional que es propiedad del gobierno venezolano y del nicaragüense en una correlación de 51% - 49%, lo que la dejaría fuera del juego, “aunque pueden presentar su aplicación”, dijeron Zamora y Montenegro.

Por su parte, TSK – Melfosur Internacional (TMI), dueña del 84% de las acciones de Disnorte y Dissur, (el otro 16% es del Estado), también puede aplicar, e igual deberá mostrar quiénes son sus dueños verdaderos, lo que ayudaría a confirmar –o desmentir- las versiones que señalan a Albanisa como uno de los propietarios en la sombra de la empresa distribuidora.

Si esta versión se corrobora, TMI también podrá presentar su aplicación, pero no recibiría el visto bueno para entrar a la Cámara.


Archivado como:

PUBLICIDAD 3M


Tu aporte nos permite informar desde el exilio.

La dictadura nos obligó a salir de Nicaragua y pretende censurarnos. Tu aporte económico garantiza nuestra cobertura en un sitio web abierto y gratuito, sin muros de pago.



Iván Olivares

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.

PUBLICIDAD 3D


Carlos Tünnermann: “Que me recuerden como un ciudadano es lo más honroso”