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Ortega le cuesta al país 90 millones de dólares mensuales

Economistas: si Ortega no encuentra quién le compre ahora USD300 millones en bonos, menos que encuentre quién le compre mil millones el próximo año.

Daniel Ortega, en un acto público este 7 de julio, en Managua. EFE | Confidencial

Iván Olivares

8 de noviembre 2018

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La caída de -4.0% del Producto Interno Bruto (PIB) en 2018 –a la que en 2019 le sigue una caída de entre -8.0% a -20%, según fuentes independientes, presagia que el Gobierno pretende imponer una cubanización de la economía nicaragüense, si todo sigue como hasta ahora.

El término se refiere al inicio de un “periodo especial de escasez y dificultades económicas similar al que ya vivimos en la década de los 80, pero también, al hecho que aquí hay asesores cubanos tratando de imponer el modelo económico” que ya fracasó en ese país, explicó el economista Mario Arana, expresidente del Banco Central.


“Todos estamos claros que la economía decrecerá -4.0% en este año, aunque para 2019 hay diferencias: Néstor Avendaño de Copades dice que puede llegar hasta -20.0%; mientras Funides dice que entre -5.2% y -8.7%. Yo creo que quedará en -5.0%, si se mantienen las condiciones actuales”, detalló Arana al ser entrevistado para el segmento Cuentas Claras, del programa de televisión Esta Noche, que se transmite por Canal 12.

Su colega, el también economista y exfuncionario del Banco Mundial, Pedro Belli, conoce bien la estadística oficial que dice que el país decrecerá solo -1.0% en 2019, pero no otorga ningún indicio de credibilidad a los cálculos oficiales.

Belli cita que la Inversión Extranjera Directa (IED) equivalía a seis puntos del PIB, pero luego compara los 115 millones de dólares captados durante el segundo trimestre de 2017 con los diez millones obtenidos durante el mismo periodo de 2018, a lo que cataloga de “una caída brutal, con un fuerte impacto sobre el PIB”.

El turismo está caído totalmente, y no lo veo recuperándose”, advirtió, a la vez que mostraba cómo esa brecha de casi nueve puntos porcentuales (desde el 4.9% que se pensaba crecer, hasta el -4.0% que se sabe que vamos a decrecer), significa alrededor de 1,000 millones de dólares anuales, y entre 80 y 90 millones mensuales, lo que representa un gran aliciente para que Gobierno y sector privado se apresuren a buscar soluciones.

El problema con la economía es que el régimen quiere normalizar las cosas a base de “represión y persuasión”, pero ni el sector privado -que es el motor de desarrollo del país- ni el ‘gran hermano’ (el Fondo Monetario Internacional) están de acuerdo con el enfoque del Gobierno.

“La clave es buscar el consenso y la negociación”, dijo Arana, mientras Belli señaló que el FMI le dijo al Gobierno que “sin solución política no habrá recuperación económica, y eso es acertado. La economía es una cuestión de confianza, y Nicaragua se percibe como una gran fuente de riesgo”, tanto para un inversionista, como para un comerciante, graficó.

Déficit in crescendo

Si bien el monopolio de las armas le permite a la administración Ortega creer en el espejismo de que logrará imponer su normalidad a la fuerza, Arana opina que la realidad sacará a los funcionarios de Gobierno de esa dimensión alterna en la que ellos imaginan a la gente consumiendo y las empresas creciendo como si nada hubiera pasado.

“Hay varias reformas pendientes, y la de la seguridad social es una de ellas. ¿Lograrán consenso alrededor de esa reforma o no? Si no hay acuerdos de aquí al primer trimestre de 2019, los bancos van a sufrir, porque van a comenzar a perder sus líneas de crédito y sus corresponsalías”, advirtió el economista.

En el ámbito fiscal, hizo notar que si el Gobierno no tiene para financiar el déficit actual, es mucho menos probable que logre financiar los déficits futuros, que serán más grandes que los de este momento.

“Se calcula que el déficit del Sector Público Consolidado (que incluye al Gobierno Central, el INSS, la Alcaldía de Managua y las empresas públicas) llegue a 7% del PIB, lo que equivale a un poco más de mil millones de dólares. Si ahorita la administración tiene dificultad para colocar 300 millones de dólares en deuda, ¿cómo hará para conseguir mil millones? Si no logra controlar sus gastos, acumulará déficit sobre déficit, hasta que se vuelva inmanejable”, advirtió.

“En la medida en que se vaya quedando sin dinero, el Gobierno –que ya recortó gasto de inversión- tendrá que recortar gasto corriente, lo que se traducirá en despidos, y representará una gran presión sobre ellos”, vaticinó Belli.

Incluso si todos se equivocaran, y se cumple la previsión de decrecer solo -1.0% en 2019, y en 2020 se crece a razón de 1.0%, Arana considera que se trata de desempeños más bien “raquíticos”, que están lejos de las necesidades reales de este país.

“La economía puede seguir como va, y llegar hasta 2021, sí, pero de arrastrada, perdiendo -5.0% en 2019 y más o menos lo mismo en 2020”, lo que en la práctica significa un retroceso de varios años, explicó Belli.

A partir de ese escenario, ambos economistas retoman lo que ha dicho el sector privado, y ratificó la Misión del FMI: hay que negociar de buena fe. Hay que buscar soluciones políticas a un problema que es político, no económico.

“Los gremios –y la mayor parte del gran capital- mantienen su llamado a iniciar una negociación política para resolver esta crisis económica. Ahora se reconoce que fue un error ignorar el tema político” y la institucionalidad, reitera Arana.

Lo que sigue es la altamente probable aprobación de la ley bautizada como ‘Magnitsky Nica’, que impondrá sanciones personales a algunos miembros del régimen (lo que podría socavar su lealtad, según Belli), a la vez que negará al país el acceso a fondos externos, lo que tendrá repercusiones en todos los estratos de la economía nacional.


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Iván Olivares

Iván Olivares

Periodista nicaragüense, exiliado en Costa Rica. Durante más de veinte años se ha desempeñado en CONFIDENCIAL como periodista de Economía. Antes trabajó en el semanario La Crónica, el diario La Prensa y El Nuevo Diario. Además, ha publicado en el Diario de Hoy, de El Salvador. Ha ganado en dos ocasiones el Premio a la Excelencia en Periodismo Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, en Nicaragua.

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