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Inestabilidad política paraliza la inversión local en Nicaragua

Tres emprendedoras relatan a CONFIDENCIAL cómo la crisis sociopolítica y la covid-19 han impactado en sus proyectos de expansión

Sara Lila Cordero cerró el espacio físico de La Fábrica y ha potencializado el espacio virtual de su emprendimiento. Foto: Confidencial

Redacción Confidencial

3 de noviembre 2021

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Los proyectos de decenas de nicaragüenses están en pausa. Yuditt aspiraba comprar un vehículo para su turoperadora y recorrer el país; “Verónica” deseaba abrir su tienda de ropa en físico, y Sara Lila esperaba que el proyecto de emprendimiento al que estaba aplicando se concretara de una vez; pero ninguno de los tres ocurrió. El denominador común es la turbulencia política que atraviesa el país.

Quienes tienen negocios permanecen en una especie de stand by, cuidan su capital ante la posibilidad que la economía se desmorone como efecto de la crisis sociopolítica, que ya provocó el desplome de la Inversión Extranjera Directa (IED), pasando de 837.6 millones de dólares en 2018 a 182.3 millones percibidos en 2020, según datos del Banco Central de Nicaragua.


Sara Lila Cordero, fundadora de La Fábrica —una iniciativa que impulsa la cultura emprendedora en Nicaragua— detalla que, desde 2020, las ideas innovadoras que requerían un capital semilla mayor a 10 000 dólares empezaron a desaparecer.

Los nuevos planes de negocios que los emprendedores completan a través de la página web de La Fábrica eran de “sobrevivencia”, con inversión inicial de 1000 a 5000 dólares; montos que en el mundo de los negocios son considerados pequeños, explica Cordero.

Durante el último año unas 200 personas completaron el plan de negocios y más del 80% propusieron “ideas tradicionales de supervivencia a la crisis económica”.

“Todos (los emprendedores) están operando con ideas de supervivencia, ideas tradicionales. Se dice que la crisis es una oportunidad para innovar, pero realmente eso es un poco romántico. Para mí las crisis te bloquean y te obligan a pensar en cómo vas a sobrevivir este mes”, analiza Cordero.

Su mismo emprendimiento debió reinventarse. La pandemia empujó el cierre del espacio físico de coworking, donde se reunían los emprendedores para darle vida a sus ideas de negocios. Cordero optimizó el espacio virtual y promueve cursos, asesorías, programas, y planes de negocio. Parte de su trabajo radica en motivar a los emprendedores a que, aunque ofrezcan productos tradicionales busquen un elemento diferenciador, creativo.

El problema es que la población está invirtiendo lo mínimo, empiezan con la versión más básica del negocio porque deben subsistir y no lo hacen con una buena inversión porque el “riesgo es bien alto”, advierte.

“Si tengo 10 000 dólares voy a invertir 2000, pero no se me ocurre 8000 dólares. Esto es algo que se daba en todas las elecciones antes de 2006. Las ampliaciones o planes de acelerar o de crecer tu negocio se quedaban como en pausa mientras pasaban las elecciones, pero este contexto multiplícalo por cien”, comenta Cordero.

Agudización de la inestabilidad política

La crisis sociopolítica, que arrastra el país desde 2018, se ha agudizado desde finales de mayo pasado con las capturas y allanamientos de la Policía Nacional contra los líderes opositores.

La cacería del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha alcanzado también al mundo empresarial, con el encarcelamiento de cinco dirigentes: José Adán Aguerri, expresidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep); Luis Rivas Anduray, presidente ejecutivo del Banpro; Juan Lorenzo Holmann, gerente general del diario La Prensa; Michael Healy y Álvaro Vargas, presidente y vicepresidente, respectivamente, del Cosep.

Además, el régimen congeló las cuentas de 13 exdirectivos e inició una investigación por supuesto lavado de dinero contra la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
Este es el contexto adverso que enfrentan los dueños de negocios en el país. Esta nueva escalada de violencia política fue condenada por la comunidad internacional, que advirtió arreciar la presión contra el régimen a través de más sanciones.

El problema, según analistas, es que algunas de esas medidas económicas propuestas, además de golpear a Ortega también representan efectos devastadores para la población, como la salida de Nicaragua del Tratado de Libre Comercio DR- Cafta, que significaría la pérdida de 1500 millones de dólares en exportaciones anuales, sumado a más desempleo, pobreza y hambre.

“La gente tiene miedo, y cuando vos tenés miedo, vos cuidás tu dinero para una emergencia. No invertís ese dinero en reproducirlo”, valora Cordero. Su emprendimiento ha padecido el achicamiento de las fuentes de financiamiento, pero también ha sido golpeada directamente por la inestabilidad política.

En junio les cancelaron dos contratos que beneficiarían a 15 emprendedores y otro, a 800. La respuesta del donante fue que “no ven prudente invertir con este contexto”. Pese a que contaban con todos los requisitos para acceder a los fondos, la principal traba fue la crisis sociopolítica. Los proyectos se desarrollarían en un año, pero “son beneficios que nos perdemos como nicaragüenses”, explicó.

Turoperadoras se disputan el turismo nacional

Los amigos de Yuditt Gutiérrez experimentaban estrés y hastío ante la imposición del estado policial de facto para aplastar la rebelión cívica de 2018. La violencia gubernamental provocó la muerte de al menos 328 personas según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Gutiérrez considera que la frustración compartida por sus amistades podría canalizarse a través de viajes de un día a reservas privadas e inició su turoperadora. Las condiciones económicas del país no eran las óptimas, pero se motivó a crear su negocio porque ya conocía varias rutas de viajes, tenía contactos con guías y negocios locales. No empezaría totalmente de cero. Abrió las cuentas bancarias y con una inversión no superior a 500 dólares realizó el primer viaje a Estelí a finales de 2018.

El turismo padeció en ese año. La inseguridad y violencia desatada por el régimen ahuyentó el turismo internacional, eso provocó que varias turoperadoras que vendían planes a extranjeros se quedaran sin clientes y empezaran a competir por el turista nacional, que apenas empezaba a salir de sus casas por la misma inseguridad.

Sin embargo, fue la pandemia de covid-19 que hundió al sector en el mundo, y en Nicaragua lo remató. Los ingresos de ese rubro cayeron 61.5% en 2020, indica el BCN.

Gutiérrez, quien además es contadora, considera que 2019 fue un año de recuperación lenta para el turismo, pero la pandemia y el errado manejo gubernamental de la emergencia no lo han dejado despegar nuevamente. Mientras, el aumento del desempleo ha fomentado más oferta que demanda en el rubro.

El sector turismo en San Juan del Sur ha pasado aprietos desde 2018, por la crisis sociopolítica y la covid-19. Foto: Confidencial.

Varias compañías cancelaron contratos de recorridos con empresas de transporte y servicios. Al verse sin estas entradas económicas, ahora compiten en el apretado mundo de las turoperadoras, cuenta Gutiérrez, cuyos planes de expansión los ha “congelados”.

Aspiraba comprar un microbús para evitar las subcontrataciones. Sin embargo, no se siente “con la seguridad para arriesgarme a sacar un préstamo con la inestabilidad que hay a nivel de Nicaragua”, expresa.

“Si vos me preguntás ¿vos querés invertir en Nicaragua, querés invertir en tu mismo proyecto? yo no. Por eso, estoy invirtiendo lo mínimo en publicidad”, indica. En 2019, por ejemplo, cada mes realizaba cuatro tours, pero ahora, con mucho esfuerzo, completa dos.

Si no logra cubrir la cantidad mínima de participantes requerida para realizar el viaje, lo cancela y regresa el dinero. Desde junio la situación no ha ido bien por eso es más cautelosa con su ajustado presupuesto. Antes invertía hasta 45 dólares en publicidad en redes sociales, pero ese monto lo redujo hasta 25 dólares.

Gutiérrez explica que los precios de sus insumos se han elevado; desde el costo de la gasolina hasta los paquetes de alimentación que le venden sus proveedores locales. Debe garantizar alcohol, mascarillas, la sanitización del microbús que representan costos que no se pueden recuperar con el aumento del precio del tour que vale 35 dólares. Si es difícil que una persona pague un viaje a ese costo, aumentarle, sería más complejo, señala.

En este año electoral, dice que va a esperar a ver qué pasa. “Seguir constante. Es que no tenemos opción. Tenemos que seguir luchando, intentándolo y pensando en positivo, aunque esto se viene peor. Todo apunta a que no va a ser un buen año para el turismo”, menciona con resignación.

De lo virtual a lo físico

Después que “Verónica” tuvo a su bebé, su antigua ropa no le quedó más y la vendió. Pronto, sus amistades la motivaron a repetir la experiencia pero a mayor escala; y así lo hizo. En 2015 creó una página en Facebook y desde esa plataforma oferta ropa nueva para mujeres.

Ha aplicado sus conocimientos en Mercadeo para hacer crecer su negocio, y con ello, se ha garantizado una fuente de ingreso para su hogar y su independencia financiera. Durante seis años de trabajo reinventó la presentación de sus productos, la estrategia para conectar con más clientes, pero la crisis de 2018 y la pandemia, la obligaron a buscar nuevas formas para entregar su mercadería.

“Verónica”, quien solicitó se omitiera su identidad por seguridad, asegura que en 2018 pasó semanas sin vender. Cuando la situación mejoró apostó por el servicio delivery para evitar que sus clientas se expusieran ante el clima de inseguridad que reinaba, en ese momento, en las calles de Managua. Con la pandemia, las ventas volvieron a bajar, pero sorteó la crisis.

Sus proyecciones para este año eran saltar de la virtualidad a un espacio físico. Las personas interesadas en sus prendas deben ir a su casa para verlas, pero “Verónica” quería tener la oportunidad de establecerse en un módulo, con una infraestructura adecuada, que le permitiera aumentar su cartera de clientes. Esto implicaba un costo fijo de pago de alquiler, pero ante la incertidumbre del país detuvo sus planes.

“Mi negocio siempre ha sido online y tenía pensado ponerlo físico, pero no se sabe qué pasará ante las elecciones. Soy una persona apolítica, pero esa incertidumbre pone en riesgo los emprendimientos, incluyendo el mío”, subraya “Verónica”.

Aunque no ha dejado de invertir en mercadería es cautelosa porque “no se sabe lo que nos espera en noviembre”. “Ser emprendedor no es fácil. Es un camino de altas y bajas en el cual debemos tomar decisiones estratégicas para no ir al fracaso”, reflexiona.


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Redacción Confidencial

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Confidencial es un diario digital nicaragüense, de formato multimedia, fundado por Carlos F. Chamorro en junio de 1996. Inició como un semanario impreso y hoy es un medio de referencia regional con información, análisis, entrevistas, perfiles, reportajes e investigaciones sobre Nicaragua, informando desde el exilio por la persecución política de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

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